El gobierno y la costumbre de apropiarse sin pagar

El ministro Florencio Randazzo adelantó hoy que el estado no pagará un centavo a los concesionarios privados por la expropiación de los trenes. Conflicto judicial en puerta.

La presidente Cristina Kirchner anunció la estatización de todos los ferrocarriles en su mensaje en la apertura de sesiones ordinarias. Este lunes se publicó el decreto en el Boletín Oficial. Según explicó el ministro Florencio Randazzo, la rescisión de los contratos vigentes con los privados comenzará a regir hoy mismo.

«El Estado ya no le paga más a los privados. Tenemos motivos para rescindir el contrato. El Estado está en condiciones de ser más eficiente que los privados porque lo ha demostrado. No vamos a indemnizar absolutamente a nadie porque no corresponde», aseguró Randazzo.

Tal vez uno de los anuncios más importantes del Ejecutivo fue el envío al Congreso de una ley de estatización de todos los servicios ferroviarios, remedando la decisión del primer peronismo y sin tener en cuenta que el propio Perón sostuvo a su regreso al país que había sido un error.

Dicho sea de paso, tal cual lo hizo al considerar que el sistema jubilatorio debía quedar en manos de empresas privadas reguladas y controladas por el estado y no del sector público al que definió como “invariablemente ineficiente en el manejo de esas cosas”.

Los números que esgrime Cristina como argumento para disponer la medida tienen los mismos olvidos que los que realizó cuando hablaba de los créditos del Banco Nación.

En este caso el menor costo de explotación de aquellos trenes que están en manos del estado tiene que ver con que los subsidios de más de dos millones de pesos diarios que reciben son administrados por un organismo autónomo, creado por el propio gobierno, por lo que no aparecen en los gastos corrientes de las empresas.

De hacerlo, el gerenciamiento estatal sería un 17% mayor que el del sector privado.

Lo mismo ocurre con la inversiones en repuestos y material rodante que los particulares deben cargar a sus balances y en el caso de los ferrocarriles ya estatizados son recibidos como “donación” del estado que los adquiere en forma directa en China.

La intervención estatal en los trenes será enviada al Congreso para que discuta el proyecto. Sin embargo, el gobierno ya instrumentó la creación de Ferrocarriles Argentinos, la empresa que administrará todos los ramales, algunos de los cuáles ya eran operados por el Estado.