El humor del Papa volvió a pegar en el corazón del ego argentino

Francisco bromeó hoy por segunda vez sobre la supuesta egolatría de los argentinos, al afirmar que, de acuerdo a su nacionalidad, debería haberse llamado a sí mismo «Jesús II».

Así lo reveló el presidente de Ecuador, Rafael Correa, con quien mantuvo esta mañana una audiencia privada en la que le entregó una imagen de la Virgen de Legarda, también conocida como Virgen de Quito.

«Tuvimos audiencia con el Papa. Fraterno como siempre y queriendo mucho al Ecuador. ¡No puedo creer las oportunidades que me ha dado la vida!», escribió Correa en su cuenta de Twitter minutos después del encuentro.

A continuación, contó la broma que le hizo Francisco: «Me contó un chiste. A todos sorprendió que escogiera llamarse «Francisco», porque siendo argentino, esperaban que se llame «Jesús II»… «.

Tras las repercusiones que generó su tuit en la red social, el mandatario ecuatoriano pidió «perdón» y envió «un abrazo a todos los argentinos», luego de excusarse al asegurar que el chiste fue «¡del propio Papa!».

Correa mantuvo esta mañana una audiencia privada con el Sumo pontífice, tras arribar al aeropuerto Ciampino en el día de ayer. Tanto el Vaticano como el Gobierno de Ecuador difundieron imágenes del cónclave, aunque no se conocieron detalles de la charla. Si bien el Papa tiene previsto visitar Ecuador en el mes de julio, el viaje no ha sido confirmado aún en la agenda oficial.

El Papa ya había bromeado sobre la personalidad petulante de los argentinos durante una entrevista con la cadena mexicana Televisa. En esa oportunidad, le preguntó a la periodista que lo entrevistaba: «¿Usted sabe cómo se suicida un argentino? Se sube arriba de su ego y se tira para abajo». El chiste fue parte de una extensa entrevista en donde el Pontífice volvió a disculparse con el pueblo azteca por sus dichos sobre la «mexicanización» de la Argentina, en alusión al avance de las mafias del narcotráfico. En esa misma charla aseguró también que los argentinos «no somos humildes, somos muy engreídos».