La ministra Carla Vizzotti sostuvo que «no hay ningún argentino que no haya cometido un error en pandemia”, equiparando a todos con los actos repudiables del presidente Fernández. Incalificable.
«El ladrón cree a todos de su condición» es un viejo dicho que denota la facilidad con que pensamos o sospechamos que otros son o actúan como nosotros, en especial cuando se trata de malas acciones o aptitudes.
Y que parece ser aplicable a la ministra de Salud Carla Vizzotti quien acaba de afirmar que «no hay ningún argentino que no haya cometido un error en pandemia”, tratando con ello de minimizar los hechos ocurridos en la residencia presidencial de Olivos y la responsabilidad que le cabe al presidente Alberto Fernández en la violación de una norma legal que él mismo había aplicado al resto de la ciudadanía.
Y más allá de la dudosa definición de «error» cuando del incumplimiento de un decreto presidencial se trata, cabría recordar a la funcionaria que miles de argentinos murieron durante este tiempo de pandemia y que su recuerdo, y el recato ante sus deudos, merecen un poco más de respeto de parte de quien poco tiene para sostener su autoridad en la evaluación de los hechos: en las narices de Vizzotti operaba el vacunatorio VIP del ministerio que hoy comenda y ella sigue insistiendo en que no se dio cuenta.
Asuma entonces ella y su gobierno la responsabilidad de los hechos y dejen a los argentinos fuera de cuestiones turbias y repudiables para las que no son consultados y por las que se les miente sin pudor alguno.
Ella no sabía de los vacunados de privilegio y el presidente «olvidó» por más de un año la fiestita negando que alguna vez haya ocurrido. Demasiadas claudicaciones para intentar poner a todos en la misma bolsa.
La inmensa mayoría de los argentinos no somos eso…