Por José Luis Ponsico (*) – En Rosario, silenciosamente, así vivió los últimos años de su vida, se fue Juan Carlos «Loco» Lallana quien supo dejar su huella en aquel River de Renato Cesarini.

José Luis Ponsico
En Rosario, silenciosamente, así vivió los últimos años de su vida, se fue Juan Carlos «Loco» Lallana, quién hace 55 años en su regreso a River como DT. Renato Cesarini «le cambió vida». Testimonio de la esposa del delantero, entrevista para una publicación rosarina. Lallana fallecido hace unos días. A los 83 años tras larga enfermedad.
Nacido en Los Quirquinchos, Santa Fe, condado de 1.500 habitantes cuando ese morocho, aguerrido, siempre atacante con 19 años, muy zurdo, llegó a la Capital Federal para probarse en San Lorenzo de Almagro. Corría 1957. Los entrenadores de la época en el club «azulgrana» vieron condiciones. Un metro ochenta y cinco, fuerte. Gran cabeceador.
Tanto Florencio Doval, la Tercera de San Lorenzo también el «Ciego» José Barreiro, DT. Primera, vieron en ese «Negro» grandote especiales virtudes. Su fuerza, jugador de ataque por la izquierda. No negado para la gambeta larga. Ganador en el juego aéreo. Un «guapo del 900» por entonces se estrenaba el film argentino de mucha «taquilla».

Tras un corto paso por San Lorenzo fue a jugar a Ñuls
En el´58 jugó algunos partidos. Pero San Lorenzo en ataque hasta el año´ 60 tuvo los mismos delanteros: Héctor Facundo, José Herrera, el santiagueño Miguel Angel Ruiz, en el 59 un notable Omar Higinio García, con ellos el tremendo goleador José «Nene» Sanfilippo y a la izquierda Norberto Boggio, antes Angel Cigna. No había lugar para Lallana.
Estuvo en Ñuls. Se destacaba René Esteban Sosa, organizador talentoso que llegó a Mar del Plata´63 siendo el cerebro de San Lorenzo local que ganó seis título. Cuatro con el «Cabezón» Sosa, «manija». Lallana en el´ 61 pasó a Lanús. En el´ 62 a Argentinos Jrs. Hacía goles, tenía potencia pero no duraba en ningún lado.
«Cesarini influyó tanto en la vida de Juan Carlos -comentó la mujer, ahora con 80 años- que siendo tan rebelde. peleador, en el 65 cuando en River el entrenador lo hizo delantero-centro, mí marido jugaba como puntero izquierdo, siendo muy zurdo, le cambió la vida», apuntó.
«Primero lo puso cara a cara en un frontón a patear con pierna derecha. Unos 45 minutos, todos los días. Juan Carlos tenía 27 años, ya había pasado por San Lorenzo, Ñuls, Lanús, Argentinos Jrs. y un par de convocatorias en la selección nacional», continuó. Algo que a mí marido le molestaba. “Me tiene como un chico», evocó.
«Juan Carlos, siga con la derecha. Con el tiempo me lo va a agradecer», le decía Cesarini. Mí marido luego me comentó que estando en Colombia, donde tuvo un gran ciclo en Millonarios, convirtió varios goles con la derecha, gracias a Cesarini» siguió. La influencia fue tal que por el carácter jodido de Juan Carlos, Cesarini en el 66 logró algo que sirvió para siempre», repitió.

Buena altura y excelente cabezazo goleador
«El entrenador que había estado en Europa, Cesarini había jugado en Italia, un hombre de gran cultura, muy amado por el periodismo deportivo en charlas informales con mí marido, le dijo que debía hacer algo que le iba a mejor su carácter. Mire Lallana usted tiene un temperamento difícil, choca mucho. Le sugiero que escuche música clásica», recordó la esposa.
«Fue tal el impacto que Juan Carlos se pegó a la música clásica que se hizo melómano. Al punto que cuando volvimos a la Argentina, antes de venir a vivir a Rosario, fuera del fútbol, mirar los partidos, compartir recuerdos con viejos amigos, otros futbolistas, lo único que quería hacer mí esposo era escuchar música. Renato lo cambió para siempre», concluyó ella.
Renato nacido en Italia en 1906 familia de inmigrantes se hizo conocido en Chacarita Jrs. en el comienzo del profesionalismo de 1931. Un jugador virtuoso según historiadores de su tiempo. El «8» que pasó a River, bicampeón 1936/37. Adelante, todos luego famosos: Peucelle, Cesarini, Bernabé Ferreyra, José Manuel Moreno y Pedernera.
Cesarini llegó a Juventus, Italia y tuvo un ciclo célebre, llamada «Zona Cesarini», autor de varios goles decisivos en los últimos cinco minutos. «Tano» valiente con el juego del «potrero» sudamericano. Fumador empedernido. Amante del tango, pesca con amigos. Eduardo «Bigote» Grispo, lateral izquierdo suplente, 1966 en River, lo acompañaba a pescar. Renato murió joven.

Renato Cesarini fue un hito en la carrera del «Loco»
En marzo del 69, a los 63 años, Renato que estaba contratado en la AFA. para dirigir Juveniles sufrió un síncope cardíaco. El mundo del fútbol lo lloró. En River, los hermanos Ermindo y Daniel Onega con Luis Artime y el Indio Jorge Solari fundaron en
Rosario un Club Renato Cesarini, «semillero» de notables. Entre otros, Javier Mascherano. Que ahora ocupa su lugar en AFA.
No hace mucho Daniel Onega en rueda de ex futbolistas hablaba de su propia evolución gracias primero a Renato, luego a Angel Labruna. «Yo en la Tercera pintaba como goleador, un poco rebotero. Renato me pulió y llevó a Primera. Le agregó cosas a mí juego de «9». Luego Angelito me hizo «10» para ser un organizador siendo goleador» pintó el ex «Fantasma».
Mucho más lejos llegó la esposa del «Loco» Lallana: «El señor Renato Cesarini cambió el humor a Juan Carlos. Bravo, muy peleador, que no duraba mucho en los clubes. Hasta que llegó al entrenador, de nuevo en River, que lo hizo llevó a la música clásica, como si fuera un psicólogo social» opinó la esposa. El DT. mucho más que un entrenador.
(*) Columnista de La Señal Medios, Libre Expresión, Mundo Amateur, Agencia Nacional y Popular