El bloque PRO salvó de la destitución como diputado del PARLASUR al hombre «de los bolsos». En Buenos Aires negocian, nombre por nombre, a quienes denunciará y a quienes no.
Mariana Zuvic no tiene en este momento un papel fácil en la tragicomedia de la corrupción argentina. Ladera de Elisa Carrió a la hora de lanzar denuncias y convertida en símbolo de la lucha contra los «K» en Santa Cruz, la joven diputada es hoy víctima del doble discurso que atraviesa a la política argentina.
Durante toda la semana anunció que iba a presentar un proyecto para expulsar a López del parlamento sudamericano y así lo hizo. Pero al momento de votar…se abstuvo.
¿Qué pasó?, muy sencillo: desde Buenos Aires recibió la orden de frenar la eyección mientras se negociaba con el detenido la exclusión de algunos nombres comprometidos de empresarios «amigos» en la declaración que, se descuenta ahora, va a realizar más tarde o más temprano acogiéndose al la flamante Ley del Arrepentido que se votará en los próximos días.
¿Cómo la convencieron?, no fue difícil: uno de los «excluídos» será su propio esposo el diputado Eduardo Costa, empresario santacruceño que supo beneficiarse de obras non sanctas en sociedad con Lázaro Báez, mediante las cuales amasó la fortuna de la que ahora goza el matrimonio. Hace unos años Costa y Báez se pelearon por diferencias millonarias y desde entonces tanto el primero como su esposa se convirtieron en los adalides de las denuncias contra el principal empresario K.
Por supuesto que esas negociaciones tienen dos nombres «estrella»: Caputo y Calcaterra, demasiado cercanos a Macri como para pretender siquiera convencer a alguien sobre el desconocimiento que pudiese haber tenido el actual presidente acerca de negocios comunes que sus empresas tenían con el kirchnerismo.
Pero ello no borra el pasado, las huellas digitales están aún impresas en negocios impresentables -cuyos fondos manejaban desde Buenos Aires De Vido y López- así que ahora a meter «violín en bolsa», hacerse la distraída y no votar un proyecto presentada por ella misma.
«Nosotros sabíamos que no había quórum. Y el tema no se iba a volver a tratar. Además, si se votaba la expulsión, al no haberse dado con el debido proceso, podría ser declarada nula más adelante. Por todo esto pedimos que ahora el tema se debata en comisión, que se emita un dictamen, y que López tenga las garantías del debido proceso» dijo sin ponerse colorada y sin explicar porque fue ella misma quien solicitó a parlamentarios brasileños y uruguayos que no bajaran al recinto..
Para que López, su esposo y ella misma, vayan zafando por el momento.
Así es la nueva política…que nos grita que Cambiemos