EL PÁNICO O LA CODICIA

Así definió el economista mario Blejer la opción de hierro que debe trabajar decididamente el gobierno para transcurrir en calma las primeras horas del fin del cepo. Atender el déficit fiscal.

«El mercado se mueve por pánico o por codicia» decía esta mañana el reconocido economista Mario Blejer, para quien las medidas tomadas por el gobierno de Macri «van en el sentido correcto, aunque el éxito dependerá de que no se equivoque su implementación».

Si los mercados reaccionan por pánico, se irán al dólar como moneda de resguardo. Pero si se mantienen altas tasas de interés y la renta en pesos supera las expectativas de crecimiento del precio de la moneda estadounidense, la codicia correrá tras esta opción.

No se trata de discutir el fondo moral de la codicia; se trata de quitar la presión sobre el bien que ha motivado todas estas decisiones y que no es otro que el dólar.

Deberá estar atento el gobierno a estas cuestiones, y tal vez se haya apresurado en avanzar en la muerte del cepo sin haber recibido aún los aportes de nuevas reservas en el BCRA. Se ve que la confianza en la respuesta del mercado ha sido grande…y eso es bueno.

Lo que urge ahora es atacar la inflación, contener los precios y evitar la especulación de los formadores que ciertamente son todo codicia.

Hay medidas de control que deberán ejecutarse pero sobre todo tiene que aparecer la gran ausente de estos anuncios de Prat Gay: la lucha contra el déficit fiscal. El desmadrado gasto público sigue siendo el combustible que atiza la hoguera inflacionaria.

Es claro que para ello hace falta mucho coraje y más negociaciones con los gremios del sector; y ninguna de esas cosas abunda por estos días. Pero hay que hacerlo, y hacerlo urgente. Sin disminución del gasto público cualquier lucha contra la inflación será un mero dibujo.

La calma en la apertura de los mercados indica que las cosas van en un sentido positivo. Irónicamente, gana la codicia y pierde el pánico.