El plan de Cambiemos para aislar y sacar de la cancha a Arroyo

Por Adrián FreijoLa firmeza del intendente al anunciar al búsqueda de un nuevo mandato desde dentro de Cambiemos puso en marcha un plan de pinzas para evitarlo. ¿Quiénes operarán?

Carlos Arroyo no deja de anunciar que el año próximo irá por un nuevo período al frente del municipio. Y por si alguien tenía dudas recuerda que él es parte de Cambiemos y que desde ese espacio político será que lo intente.

Y si bien desde provincia sostienen que «no tiene nafta para llegar a la meta», según sostenía un ministro que visitó por estas horas la ciudad, y siguen apostando a la figura de Guillermo Montenegro (a) El Plotter para defender los colores de la alianza, no quieren correr riesgos y han iniciado un operativo de pinzas para neutralizar al díscolo Zorro Uno.

Saben que el ahogo financiero no es el camino. Vidal y Macri necesitan como al agua a Mar del Plata; saben que si no ganan acá será muy difícil neutralizar el avance del peronismo en el tercer cordón de la provincia –máxime si logra, como sea, la unidad de cara al comicio– y no quieren una ciudad en pie de guerra por la falta de trabajo, obras y asistencia social.

Descartado ese «castigo» solo queda el desgaste de la ya de por si cuestionada figura del intendente. Y para ello continuarán con la promoción de la figura del diputado nacional y gastarán «desde adentro» al jefe comunal. Para ello cuentan con el vaciamiento de su gobierno ya que convencieron a Emiliano Giri, otrora armador de las estrategias arroyistas, de volcarse con bandera y banda a las huestes del inefable Montenegro, al que puede vérselo muy campante y compuesto en cuanta foto se haga de algún acto oficial en la ciudad.

Juan Aicega, el propio Franco Bagnato y el alineado Lucas Fiorini serían también parte de la embestida, que no deja afuera ni al concejal Guillermo Volponi quien por esta horas presentó un buen proyecto tendiente a liberar del pago de estacionamiento medido a los propietarios y comerciantes que vivan en la zona que lo abarca. Algo que es un verdadero cachetazo a la pulsión recaudadora del Secretario de Hacienda Hernán Mourelle, tal vez la espada más potente con la que cuenta Arroyo en la actualidad.

La orden es clara y llega a todos los PRO en actividad: los cañones apuntados contra el despacho principal de la comuna y la reticencia en el apoyo explícito como arma de guerra. Lo demás, decía el mismo ministro que se floreó en las oficinas del más duro enemigo de Arroyo en estos años, «se manejará desde arriba».

Los jefes nacionales de Cambiemos creen que cuando llegue el momento el lord mayor aceptará la propuesta de colocar a uno de los suyos (¿tal vez su hijo?) en un puesto salidor en la lista de diputados nacionales, darle dos lugares entre los primeros siete de la lista de concejales y un par de organismos autónomos de nación y provincia en el distrito. Apuestan también a que algunos achaques de salud del personaje lo convenzan de retirarse a cuarteles de invierno; aseguran que su admiración por Edwin Rommel no puede ser tanta como para llegar también al suicidio, aunque en este caso sería meramente político si intenta ir contra todo y contra todos.

«¿Con qué nos va a enfrentar?» se relamen, «no tiene estructura ni fondos como para pelear con el aparato oficial» insisten. Sin embargo, y en condiciones similares, el hombre ya mostró los dientes en las PASO de 2015 y rompió todos los pronósticos.

Y si es verdad que algo le queda de aquella ola de apoyo entonces recibida, otro problema aparece en el horizonte de quienes pretenden sacarlo de la cancha: no es lo mismo una PASO de dos, como ocurrió entonces, que una de tres. Porque el radicalismo ya resolvió por estas horas ir a la contienda con lista propia y, si bien nunca está dicha la última palabra, un acuerdo con el PRO para terminar con Arroyo exigiría quedarse con la parte del león en las listas no solo de General Pueyrredón sino de toda la Quinta Sección Electoral. Y eso no es lo que está pensando el macrismo por ahora…

Sea como fuese la Operación Desgaste ya está en marcha y todo indica que en los próximos meses ocupará el centro de la escena política local. Arroyo consiguió con su heterodoxa manera de ver la política que hoy todos estén contra él: los propios, con sus variantes y diferencias, y los ajenos desde una oposición que por estas horas también busca acuerdos subterráneos para unirse en la búsqueda del poder.

Demasiadas voluntades con el único objetivo de aislarlo y sacarlo de la cancha. Demasiadas, pero…¿no es ese el escenario épico en el que mejor se mueve el personaje?.

Solo queda esperar y sacar platea para una pelea que será de campanillas.