El precio del relato: el CIADI condenó a la Argentina por AYSA

La Argentina deberá pagar más de 380 millones de dólares más intereses por la estatización de la ex Aguas Argentinas, algo que el kirchnerismo había planteado como «defensa de la patria».

El Centro Internacional de Arreglos y Diferencias de Inversiones del Banco Mundial (CIADI) resolvió condenar a la Argentina a pagar más de 380 millones de dólares más intereses por la estatización de la ex Aguas Argentinas, al rechazar el pedido de nulidad del laudo, presentado por el país.
El Laudo del 9 de abril de 2015 del CIADI había otorgado daños y perjuicios en favor de las tres empresas demandantes: USD 223.043.289 Suez «por pérdidas sobre deuda garantizada (patrocinada), capital y honorarios de operador»; USD123.276.448 a Sociedad General de Aguas de Barcelona, S.A. «por pérdidas sobre deuda garantizada y capital», USD37.261.504 a Vivendi «por pérdidas sobre deuda garantizada y capital», según recopila el CIADI en su último fallo.

El Comité del CIADI conformado por el Dr. Klaus Sachs (de Alemania), Sir Trevor Carmichael (de Barbados), y Rodrigo Oreamuno B. (de Costa Rica) consideró que «la Demandada (Argentina) no demostró ninguna de las cuatro causales de anulación presentadas en su Solicitud de Anulación.

En consecuencia, rechazó la solicitud de anulación de la Demandada respecto del Laudo de la Demandada, así como la Decisión sobre Jurisdicción y la Decisión sobre Responsabilidad, que son parte integral del mismo».

De esta forma, el fallo del Comité -que el CIADI creó ad hoc para analizar el pedido de nulidad del Laudo anterior- favorece de esta manera al grupo francés Suez, a la española Aguas de Barcelona y al grupo francés Vivendi por más de 384 millones de dólares más intereses compuestos. De todos modos, repartió las costas legales entre las partes.

La entonces presidente Cristina Kirchner reivindicó el proceso de estatización del servicio de agua que se hizo en 2006 y cargó contra quienes «decían que se venía el mundo abajo y que quedábamos aislados porque habíamos tomado una decisión soberana y necesaria».

«No son decisiones tomadas desde la ideología, la xenofobia, posiciones populistas, simplemente el desastre que muchas empresas habían hecho con el servicio», justificó. Años después el fallo, que por cierto será fuertemente oneroso para un país que gota a gota va recuperando las reservas saqueadas por el gobierno de Cristina, viene a demostrar que solo se trató de la angurria para quedarse con un negocio millonario que a partir de ese momento pasó a ser administrado por Julio De Vido.

¿Cuánto más deberemos pagar por tanta aventura demagógica e irresponsable?.