Rio de Janeiro prolongará este año su Carnaval para celebrar en gran pompa el 450º aniversario de su fundación el 1 de marzo. El jefe del carnaval es elegido cada año en un concurso.
Ungido alcalde de Rio de Janeiro, el rey Momo inauguró el viernes a ritmo de samba el Carnaval más famoso del mundo, cinco días de fiesta hedonista en los que Brasil intentará olvidar los escándalos de corrupción y los problemas económicos.
«Por segundo año consecutivo recibo la llave de esta ciudad y declaro abierto el Carnaval de Rio», dijo en medio de una lluvia de aplausos y confetti el monarca de la locura carnavalesca, Wilson Dias da Costa Neto, de 28 años, al recibir la llave de la ciudad de manos del alcalde Eduardo Paes.
«Entrego las llaves de la ciudad al rey Momo (…) Ahora es él quien deberá resolver los embotellamientos y las obras para los Juegos Olímpicos» de 2016, bromeó Paes, que vestía un sombrero panamá y una camiseta con el símbolo del 450º aniversario de Rio, que se cumple el 1 de marzo.
La orquesta se libró entonces a la samba y el rey Momo se lanzó entonces en un frenético baile con infinita gracia y habilidad, pese a su redondeada figura.
La tradición indica que el rey Momo debe ser gordo para simbolizar los excesos -aunque la obligación de pesar más de 110 kilos fue derogada en 2004-, así como ser un excelente sambista.
Millones de cariocas y 977.00 turistas bailarán por las calles y en las gradas del Sambódromo sin parar, disfrutando de los más de 35ºC del verano carioca y dejando a la ciudad ingresos por más de 1.200 millones de reales (USD 420 millones).
El rey Momo es el encargado de inaugurar en el Sambódromo el carnaval «oficial»: los lujosos desfiles de las 12 grandes escuelas de samba en las noches del domingo y lunes, cada día frente a unos 70.000 espectadores, donde compiten por el título de campeona del carnaval. AFP