El «veneno capitalista» llega a Cuba: los Stones darán concierto en la isla

La banda británica The Rolling Stones confirmó que el 25 de marzo se presentará por primera vez en Cuba, con un concierto histórico, ya que se trata del primer gran grupo de rock que actuará en la isla.

Tal como anticipó Télam hace una semana, la actuación tendrá lugar en la Ciudad Deportiva de la capital cubana, tan sólo tres días después de la histórica visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al país.
“Hemos tocado en muchos lugares especiales durante nuestra larga carrera, pero este espectáculo en La Habana va a ser un hito para nosotros y esperamos que lo sea también para todos nuestros amigos en Cuba”, señaló la banda en un comunicado difundido hoy.
La presentación de los Stones en La Habana será el cierre de su gira por América Latina, denominada “Olé Tour”, que incluyó conciertos multitudinarios en ciudades como Santiago de Chile, Buenos Aires, Montevideo, Río de Janeiro y San Pablo, y todavía tiene que pasar por Porto Alegre, Lima, Bogotá y el DF mexicano, antes de desembarcar en la capital cubana.
El comunicado del grupo de rock indicó que el evento en La Habana es posible gracias a la colaboración de la Fundashon Bon Intenshon, de Curacao, que apoya proyectos internacionales en áreas como la educación, el deporte o la cultura.
El “Concierto por la Amistad”, como lo han bautizado, será filmado para la posterior realización de un documental sobre la gira de la banda por toda América Latina.
Desde que se eliminó el bloqueo norteamericano sobre Cuba, Mick Jagger se manifestó ansioso porque su banda fuera la primera de las grandes de la historia del rock en tocar en Cuba, en lo que parecía una disputa de egos con Bono, de U2, y con el ex Beatle Paul McCartney.
Los empresarios que manejaron la gira por América Latina de los Rolling Stones reconocieron que el principal motivo por el cual el grupo no agregó nuevas fechas en ninguno de los destinos estipulados para este tour era precisamente la confirmación de su actuación en La Habana.
Jagger inició los contactos con la administración Castro a través de la Fundación Bon Intenshon, pero además viajó de incógnito a la isla en un par de ocasiones. Lo hizo acompañado de los productores de la gira, quienes luego volvieron a Cuba con Keith Richards, el guitarrista de la banda, desde la casa que éste tiene en Jamaica.
Semanas más tarde los cubanos recibieron el año pasado la visita del bajista Darryl Jones y del corista Bernard Fowler, invitados por la banda australiana The Dead Daisies. A su regreso, ambos informaron a Jagger y a Richards del fervor que había en Cuba por ver a la banda y ademas transmitieron el deseo de las autoridades cubanas para que la banda actúe.
En aquella oportunidad, consultado al respecto, Fowler dijo que los cubanos “pueden soñar” con ver a los Rolling Stones porque “los sueños se hacen realidad”.
Además de los Stones, los medios cubanos afirman que para este año los amantes locales del rock también tendrán la posibilidad de ver en vivo a Sting y a Stevie Wonder. Entre los activos participantes para cerrará este histórico show estuvo un argentino: Daniel Grinbank, encargado de todas las visitas de los Rolling Stones a Buenos Aires, y que tuvo que viajar a Cuba y participar del reconocimiento y armado de toda la infraestructura técnica para el show en La Habana.
Ocurre que tras la reanudación de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, y la consecuente apertura de la isla, las posibilidades de que se produzca un show de esta magnitud se incrementaron.
En este contexto, los Stones, pero especialmente Jagger, aspiran a sumar a su extensa lista de históricos logros profesionales el hecho de convertirse en la primera megabanda que actúa en Cuba.
Si se tienen en cuenta los costos de una producción de este tipo show y las escasas posibilidades de lograr una gran recaudación a partir de la venta de entradas, pareciera que “Sus Majestades Satánicas” y U2 son las únicas dos de las denominadas “bandas de estadio” que podrían afrontar un compromiso de este tipo.
La eventual presencia de la banda en La Habana se asemejaría al recordado concierto brindado por el ex beatle Paul McCartney en 2003 en la Plaza Roja de Moscú, epicentro de la ex Unión Soviética.
La obsesión de los Stones por tocar en Cuba es el principal motivo por el cual la banda no agregó nuevas fechas a las ya pautadas para esta gira latinoamericana.
En cuanto al escenario, desde un primer momento se habló de diferentes estadios de béisbol y hasta se llegó a mencionar la posibilidad de un megashow en la icónica Plaza de la Revolución, pero los cubanos indicaron que ese sitio es solo para la política.
En ese marco tanto los productores como Darryl Jones y Fowler visitaron la Ciudad Deportiva, un enorme domo situado en el corazón de La Habana, que en esos momentos ganó la pulseada por sobre otros escenarios mencionados como La Piragua, una explanada cerca al lujoso Hotel Nacional, y el Estadio Latinoamericano.
Luego de los informes de los dos integrantes de la banda, más los enviados de los equipos tecnicos y productores, la banda confirmó a la Ciudad Deportiva como sede del encuentro y partir de eso, sólo quedó definir la fecha.
En sus negociaciones con funcionarios de primera línea del Gobierno revolucionario, Jagger fue informado que entre el 20 y el 23 de marzo Cuba recibiría la visita del presidente de Estados Unidos Barack Obama, pero además podría darse la firma de la paz entre el gobierno de Colombia y la guerrilla.
En ese ida y vuelta de charlas, ya con con los Stones tocando en Argentina, Brasil y Uruguay, se acordó la fecha del 25, que finalmente se anunció hoy, luego de que el gobierno cubano acordara todos los pasos de la comitiva de Obama para luego recibir a una tan grande como la oficial de Estados Unidos, como es el staff que acompaña de gira a los Stones.
Por caso, en las dos primeras visitas al país, se habían anunciado tres fechas y luego se sumaron otras dos. Con estos antecedentes, los fans locales tenían la esperanza de volver a ver a los Stones en unas pocas semanas, tras sus shows del 7, 10 y 13 de febrero en el Estadio Único de La Plata.
A pesar de los deseos y los esfuerzos de los organizadores locales, el “objetivo Cuba” echó por tierra la posibilidad de sumar nuevas fechas en la Argentina y en Brasil.