El virus del HCD: Peleas, berrinches y especulaciones

RedacciónLa realidad política lugareña quedó presa de la aceleración de las peleas de cara al 2021. Ni la crisis sanitaria logró que las fuerza mayoritarias dejen de lado sus especulaciones.

Como quien pisa cristales la política lugareña ha ido tanteando en este tiempo de aislamiento cual era el camino más seguro para volver a las andadas. Y que nadie se diese cuenta…

Poco a poco fueron apareciendo en el horizonte las especulaciones, las pequeñas miserias y la intención de posicionarse ante la sociedad como los verdaderos héroes de la hora, aunque para ello hubiese que frenar proyectos, entorpecer otros o demorar cuestiones básicas y prioritarias.

Pero como el escorpión del cuento…cada cual es idéntico a su propia esencia. Y lo que primero amagaba con ser, hoy ya es.

El HCD prácticamente paralizado por el largo debate acerca de quien se llevaba los laureles por haber presentado el proyecto de sesiones virtuales -nacido en un principio de una iniciativa conjunta de Acción Marplatense y el bloque unipersonal de Mercedes Morro- y que quedó sujeto a una complicada negociación entre el Frente de Todos y la UCR.

En la última reunión de presidentes se acordó que las comisiones funcionen a partir de la próxima semana -en el recinto principal y sin presencia de asesores- toda vez que la más numerosa de ellas no tiene más de siete miembros. La amplitud del ámbito asegura la distancia mínima entre los integrantes y se prohibirá la presencia de asesores; además todo el trabajo será realizado con computadoras personales para omitir la presencia de papel y evitar riesgo de contagio.

Así las cosas todos se preguntan el motivo por el cual esta tarea, imprescindible para avanzar en temas centrales para los ciudadanos, se demoró más de un mes en ser retomada. Y la respuesta es una sola: problemas de cartel.

En las últimas horas estas cuestiones, mínimas a la luz del drama sanitario y social que se ha instalado en Mar del Plata, resurgieron con mayor fuerza y comienzan a preocupar a quienes no confunden el orden de las prioridades. Desde el bloque del Frente de Todos fue Marina Santoro la encargada de intentar poner en evidencia la inacción del gobierno de Guillermo Montenegro en la cuestión atinente a la atención primaria de la salud en el distrito, lo que sumado a las reiteradas alusiones a que todo lo que se hace en la ciudad deviene de decisiones de nación y provincia es prueba suficiente de que muchos han adelantado la pelea electoral del próximo año y buscan rédito político del grave momento que a todos nos afecta.

Desde el oficialismo local se busca no confrontar pero no son pocos los que observan con rostro adusto la jugada y se preguntan si no ha llegado el momento de salir al cruce de estas afirmaciones. Y vuelven a mascullar sus dudas acerca del juego del radicalismo que, como decíamos más arriba, parece más enfrascado en negociar con el peronismo que en defender la gestión del intendente. Aunque se esfuerzan para que el agua no llegue al río: saben que para afrontar pago de sueldos, gastos de funcionamiento y otros compromisos van a necesitar de la asistencia financiera de los poderes centrales y no quieren que una pelea complique un frente ya de por sí tormentoso.

La presentación de un proyecto por parte del concejal Daniel Rodríguez (FdT), aparentemente consensuado con la UCR, incluiría las sesiones virtuales como una alternativa futura. Más allá de un error técnico que no debió ocurrir – lo presento como ordenanza cuando el Reglamento Interno del Concejo se modifica por Decreto del cuerpo ya que hace a su organización interna conforme lo faculta la Ley Orgánica de las Municipalidades para evitar injerencia del Ejecutivo en un poder autónomo- es inocultable que proyecta a un tiempo desconocido la solución que otros municipios han encontrado a la necesidad del trabajo deliberativo, algo en lo que la propia Cristina Kirchner ha insistido en el caso del Senado que ella preside. ¿Será que los decretos de presidencia -el medio utilizado hasta ahora- tienen para algunos la ventaja de ser acordados en ámbitos más acotados?. Cerca de Montenegro sospechan que algo de esto puede estar ocurriendo y temen quedar como rehenes de algún acuerdo «de la vieja política» cuando haya que convalidar los muchos que debió firmar ad-referéndum debió firmar el intendente en este tiempo de crisis.

Desde Acción Marplatense observan como los proyectos presentados por su bloque sufren todo el tiempo modificaciones que los acotan y a veces hasta terminan quitándole su sentido original. Y creen que esto no es casual y que algún acuerdo entre bambalinas entre radicales y peronistas se asoma detrás de esta actitud. Algo similar ocurre con Mercedes Morro (3-P) quien aún espera que en Labor Deliberativa se trate la nota presentada hace ya tiempo en la que solicita estar presente en las reuniones ejerciendo el derecho que, en algún otro caso, fue reconocido por el cuerpo. Hasta ahora todas son explicaciones y justificaciones…pero la cuestión no se resuelve.

El escenario queda entonces conformado por las especulaciones, las agachadas y las zancadillas para lograr que el rival trastabille. El adelanto de la lucha electoral lleva a que los que aspiran a hacerse con el triunfo en 2021 se dividan para pelear entre ellos pero se unan para neutralizar a terceros. Mientras definen «la interna de la interna»: no todos caminan de la mano en el peronismo y mucho menos lo hacen los integrantes de Juntos para el Cambio.

La ciudad, mientras tanto, espera que sus representantes asuman el peso de esta hora y se pongan a trabajar. Para las peleas siempre hay tiempo…