El voto castigo toma el centro de la escena

(Escribe Dimas J. Pettineroli) – El caso más fuerte fue en Estados Unidos en donde Barack Obama cerró un ciclo en decadencia sancionado por los votantes.

descarga (2)Los últimos comicios presidenciales en el continente mostraron la eficacia del voto castigo como forma de indicar el desagrado de parte de la opinión pública, que decide finalmente, sobre la gestión de los gobiernos vigentes.
El caso más fuerte fue en Estados Unidos en donde Barak Obama cerró un ciclo en decadencia fuertemente sancionado por los votantes.
Las encuestas de verdad, las que se usan de herramientas no como instrumentos de marketing para confundir al electorado, venían marcando un declive constante.
Obama afronto guerras, crisis económicas terribles, debió arbitrar situaciones explosivas (Siria, Palestina, Israel, etc.), nunca se vio dudar. Pareció que los intereses norteamericanos estaban bien defendidos. Sin embargo su pueblo tenía una visión bien diferente y espero agazapada, como se hace en democracia, para votar y decir ¡Basta! ¡Queremos cambio! Y se lo dieron. Eso es lo interesante. El cambio lo generan los mismos ciudadanos con su voto, dejándolo en minoría en el Parlamento. A nadie se le ocurre pensar en un golpe, o una salida fuera de tiempo.
Otro caso interesante fue el de Brasil en donde Dilma tuvo que recurrir a Lula para salvar su gobierno. Las urnas indicaron millones de votos menos que en la anterior elección y pronostican tiempos borrascosos, con un Parlamento indefinido y al que hay que conquistar legislador por legislador, con los “costos” que eso tiene.
El sacudón la obligo a limpiar a PETROBRAS cueva corrupta verde-amarela y riñón financiero de actividades paralelas y enriquecimiento ilícito de muchos altos funcionarios.
Seguro ustedes se estarán haciendo esta pregunta: ¿pasara en Argentina algo parecido en el 2015? Creo que sí.

Un abrazo desde el Caribe.

DIMAS PETTINEROLI
dimaspettineroli@hotmail.com