La creación de una comisión de monitoreo no resolverá ninguno de los problemas de base que tiene la salud en la Argentina. El recuerdo de lo ocurrido en el Patronato.
Ayer por la tarde los pasillos del HIGA eran un pandemónium. La llegada de enfermos evacuados del EMHSA se realizaba sin planificación alguna y sin tener en cuenta la situación de colapso en la que de por sí se encuentra el hospital público.
A la noche las autoridades trataban vanamente de comunicarse con los responsables de la provincia para ponerlos al tanto de la situación: no hay camas ni insumos para hacerse cargo de este parche insólito que se ha dispuesto.
En las próximas horas se hará público un caso tan dramático como demostrativo de lo dicho y que terminó con la vida de una paciente a la que hubo que atender, alrededor de las 18 hs., sin tener los elementos necesarios para la intervención de urgencia que debía encararse.
El cuadro era expresivo como pocas veces; allí colisionaban las miserias de la medicina pública con las que hoy atraviesan a la medicina privada.
A pocas cuadras de allí, en el despacho principal de la comuna, los diferentes actores de este drama concluían como siempre concluyen las cosas en este país: creando una comisión quese dedicarpá al monitoreo, viajará a reclamar soluciones…y no mucho más.
Porque lo que aquí ocurre no es otra cosa que un problema entre privados, muchas veces disfrazados de dirigentes gremiales y/o asociaciones médicas, que pugnando por quedarse con lo que debió ser un gran negocio terminaron por destruirlo y hacerlo inviable.
Y todo languidecerá entre negociaciones sin destino alguno (las que se publican) y otras de dudoso cuño (las que los verdaderos actores tienen por debajo de la mesa), que tan sólo de ser exitosas (léase que cada uno se lleve la tajada que está buscando) resolverán el problema de la gente.
Hace bien el intendente en preocuparse por la falta de camas en la ciudad. Tal vez debió hacerlo antes del crack del EMHSA; el problema no se limita a las 100 que ahora se han pedido, en Mar del Plata están faltando entre 500 y 800 camas desde hace más de cuatro años.
La sombra del Patronato de la Infancia, con los mismos problemas desatendidos hasta la explosión, con comisiones que negociaron, viajaron y anunciaron, para terminar con todos los chicos en la calle, está demasiado cercana como para no tenerla en cuenta.
Ojalá esta vez el resultado sea distinto.