La historia de inmigrante de Marcos Perera en Estados Unidos es sumamente inspiradora. Siempre quiso viajar por el mundo y se animó a emigrar sin certezas. Los caminos de la vida lo llevaron a poner un exitoso puesto de choripán en Indianápolis a pasitos del histórico circuito de la 500 millas, icóno del automovilismo mundial.
Vivía en Pasteur, un pueblo de la provincia de Buenos Aires en el que trabajaba repartiendo leche en un camión. Soñaba con ser piloto de avión para poder recorrer el mundo y en sus ratos libres estudiaba inglés como autodidacta. En aquel momento no imaginaba el éxito que tendría en el rubro gastronómico montando un colorido local de venta de choripanes «al estilo de La Boca» con pura esencia argentina en tierras norteamericanas.
Escuchá la nota con Marcos Perera en diálogo con Florencia Cordero en «Un Lugar en el Mundo» por Radio Brisas
