Empresas de micros comenzaron el «Operativo Apriete» al municipio

Por Adrián FreijoLos empresarios nucleados en CAMETAP exigen que se declare la emergencia en el transporte urbano y amenazan con desconocer las obligaciones de la concesión. ¿Se viene la guerra?.

Los intereses económicos y los políticos no siempre van juntos y es de una sociedad sana que así sea. Pero muchas veces se cruzan, se potencian y se utilizan mutuamente.

Y algo de eso está pasando en torno a la cuestión del transporte urbano de pasajeros local que, una vez más, se convierte en foco de conflicto, terreno de los aprietes y reino de una impunidad que parece no tener jamás fin. Porque de eso se trata lo que está pasando: frente a un poder municipal que quiere producir un corte histórico los actores de siempre vuelven a poner en escena la misma obra que, no lo dude el lector, debe ser titulada como «Historia de una corrupción aceptada».

Y los empresarios, observando la división existente en el municipio -específicamente en el Concejo Deliberante- frente a la propuesta de Montenegro, lanzan un irresponsable comunicado exigiendo una emergencia que ponen como condición para no desconocer lo pactado en el pliego de bases y condiciones. Ese que, sin embargo, hace pocas horas solicitaron que fuese prorrogado.

¿Tiene lógica alguna pedir la continuidad de algo que estoy avisando que no voy a cumplir?. ¿Es bueno el actual acuerdo de concesión para ser estirado en el tiempo pero no para cumplirlo hoy?.

Absurdo…inconsistente…pero entendible.

Porque lo que los empresarios de la CAMETAP observan es que todo se encamina a favorecer una de sus jugadas históricamente más rentables y que es la de poner en funcionamiento la vieja sociedad con la UTA para dejar a la ciudad de a pie y despertar la impaciencia ciudadana, encontrar complicidad  en algunos concejales del Frente de Todos que lo único que buscan es complicarle el gobierno al intendente para desgastar su administración y aparecer en octubre como una alternativa al desgobierno que ellos mismos buscan generar y aprovechar la tibieza de integrantes del oficialismo que desde hace décadas mantienen relaciones «non sanctas» con aquellas a los que ahora deberían poner en caja.

“Resulta indispensable para el mantenimiento de la continuidad de la ejecución de este contrato de concesión de servicio público que, previa declaración de emergencia de la actividad, se autorice al Poder Ejecutivo Municipal a readecuar temporalmente las cláusulas y condiciones contractuales a fin de poder rediseñar el sistema público de transporte de pasajeros” sostienen como argumento principal de su pedido de emergencia.

Lo que realmente buscan es que se replanteen las frecuencias mínimas exigidas y su distribución a lo largo de cada día conforme los picos de demanda, de manera tal de poder disminuir fuertemente la cantidad de unidades en servicio al mismo tiempo que agrandar la brecha de tiempo entre micro y micro, poniendo una vez más sobre la espalda del usuario el costo de que a ellos le cierre la ecuación económica en los términos abusivos que siempre han buscado y lamentablemente conseguido.

Y como clara demostración de la actitud de chantaje plantean que “resulta lógico que no sean únicamente los usuarios quienes tengan que pagar altísimas tarifas para equilibrar la ecuación económica financiera desfasada por el mantenimiento de los altísimos costos fijos” algo que insólitamente afirman 24 hs. después de solicitar una tarifa a $96, lo que ahora queda claro fue solo el puntapié inicial de este apriete descarado pero lamentablemente ya conocido.

Y cerrando el círculo de la intentona recuerdan que en ciudades de similares características en cuanto a población y tipo de servicio público  como Rosario, Córdoba y Bahía Blanca, la emergencia fue declarada el año pasado, “con la pertinente delegación de facultades extraordinarias a favor del Departamento Ejecutivo local”. Algo que supone un mensaje de supina claridad para todos los actores: que el Concejo se lave las manos dejando en cabeza de Guillermo Montenegro resolver la cuestión.

¿Lo lograrán?…puede ser. Cuentan con los concejales kirchneristas y tal vez con algunos oficialistas de aquellos que se doblaron hace mucho tiempo mientras gritaban, a dedo levantado, que preferían mil veces partirse que claudicar.

Pero cualquiera sea el resultado algo está en claro: el apriete ya empezó, los actores protagónicos y de reparto son demasiado conocidos como para que no le adivinemos la letra y la guerra va a desatarse en el mismo campo de batalla, con las mismas armas y las remanidas estrategias.

Y los usuarios, como siempre, obligados a hacer de infantería. A pie y esperando los bombazos…