En el Paseo Aldrey tiene su espacio un grande del deporte local

Antonio Lorenzani, «El Indio», una verdadera leyenda del motociclismo argentino y un personaje irrepetible de la historia. En la muestra del centro cultural ocupa un lugar de privilegio.

El Indio y su Norton: unidos en el tiempo y las hazañas

Antonio Colombo Lorenzani «El Indio», regó las pistas del motociclismo argentino con su coraje cercano a la temeridad. Y lo hizo también con la vida, vivida con la intensidad de quien todo lo observa y todo quiere tenerlo bajo control, desgranando cientos de anécdotas que lo pintaban de cuerpo entero como lo que era: un hombre apasionado, aferrado a un puñado de valores que no se negociaban y con el mismo empuje que demostraba en las pistas de carrera, ya fuese con su legendaria Norton o trepado a un Fórmula 3.

Y es justamente la Norton la que ocupa hoy un lugar de privilegio -tal vez el más destacado- en el Paseo Aldrey en donde se exhiben por primera vez gran parte del patrimonio marplatense de motocicletas clásicas-vintage-carrera. Más de sesenta motocicletas están presentes en la muestra contando con ejemplares que recorren la historia, como lo es la de competición con la que El Indio logró sus más preciadas hazañas.

Aquella apuesta: cada vez que doblaba rozaba con su casco la columna de luz

La gente que pasea por el lugar, y sorprendente muchos jóvenes que por una cuestión de edad no han conocido aquellas épicas competencias en la que Lorenzani llegó a apostar con otros amigos corredores que al girar en una curva en la zona de Alfonsina en la que había un poste de luz rozaría con su casco la estructura, cosa que cumplió en cada una de las vueltas, se queda observando la joya mecánica, los trofeos ganados por el corredor y escuchando las anécdotas que por miles conocen los visitantes algo entrados en años.

Una leyenda, un hombre apasionado que en sus años maduros creó, sostuvo e impulsó la Fundación Fauna Argentina que en manos de sus hijos Juan Antonio y Julio César luchan denodadamente por sostener la Reserva de Lobos Marinos en la zona del puerto y concientizar sobre la preservación y cuidado de esa especie autóctona.

Es bueno que ahora, en este nuevo y emblemático lugar de Mar del plata, su más preciado bien e instrumento de su gloria deportiva estén junto con sus recuerdos a disposición de marplatenses y turistas.