En el Sínodo más esperado intervendrán cinco argentinos

Además el rector de la UCA redacatará las conclusiones sinodales. La reunión de prelados de todo el mundo abocada a los desafíos de la familia comienza el domingo con una misa de Francisco.

Tres obispos fueron elegidos por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) para participar de la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos.

Se trata del arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli; del arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y presidente de la CEA, monseñor José María Arancedo; y del obispo auxiliar de Bahía Blanca y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Familiar y Apostolado Laico, monseñor Pedro María Laxague.

El rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), monseñor Víctor Manuel Fernández, formará parte en calidad de miembro de la nómina pontifica y la doctora María Marcela Mazzini, profesora de la Facultad de Teología de la UCA, que fue designada auditora.

Fernández integrará la comisión encargada de redactar el documento final que concentrará las conclusiones del Sínodo que desde el domingo, a las 10 de Roma (5 de Argentina), reunirá a más de 270 religiosos de cinco continentes, incluidos 64 de América, anunció hoy en conferencia de prensa en el Vaticano el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo.

Para hacer «más dinámica» la Asamblea, el Papa Francisco dispuso una nueva metodología de trabajo que incluye «valorizar el trabajo» en los círculos menores, «formado por unos «20 religiosos cada uno, agrupados por el idioma», explicó el responsable del sínodo.

Durante las deliberaciones, y teniendo en cuenta «el alto número de los que tienen derecho de voz (318)» y el «mayor espacio reservado a los círculos menores (13 sesiones)», Baldisseri anunció que cada padre interviniente tendrá «tres minutos» para expresarse en el aula y podrá hacerlo «libremente» en cada círculo.

En el «instrumentum laboris», documento preparatorio de este sínodo y sobre el que se basarán las deliberaciones de los círculos menores entre los participantes, el Papa indicó que respecto a los divorciados que se han vuelto a casar el texto precisa que las acciones deben orientarse «hacia una integración cada vez mayor» teniendo en cuenta «las situaciones de partida».

Ese texto contó con la participación y aportes de las Conferencias Episcopales, de las familias, de las universidades y las instituciones académicas a las que Francisco envió un segundo cuestionario, según precisó durante su presentación el portavoz papal Federico Lombardi.

Fuente: AICA/Agencias