No era un secreto que la alianza denominada Frente Marplatense era impuesta «desde arriba». Pero esa orden no evitó que el domingo el FPV boicoteara al intendente.
«En la general vamos a parar la mano porque están en juego concejales nuestros» decía esta mañana a LIBRE EXPRESIÓN un conocido dirigente del sector de FPV que lidera Carlos Cheppi. «Pero a Gustavo le bajamos el copete», concluía.
Pero se atrevió a ir más allá y agregó que » el intendente se quiso hacer el vivo y ganarnos de mano. Él sabía que nosotros apoyábamos a Anibal y se cortó solo apostando por Julián Dominguez. Y en el peronismo esas avivadas tienen un precio».
Ese mismo dirigente contaba que entre el viernes y el sábado anterior al comicio repartieron 20.000 boletas cortadas para fondear toda posibilidad de que el jefe comunal se alzara con un triunfo. Es evidente que no existe afecto societario en el Frente Marplatense y ello quedó también en claro cuando al día siguiente de la derrota Santiago Bonifatti convocó a la prensa en la calle de Acción Marplatense de la calle Rioja y omitió invitar a sus «socios» a ese acto de primera interpretación.
Y es que en «el partido de la ciudad» saben como fueron las cosas y perciben que el objetivo final de los «puros» es sacar del camino a Gustavo Pulti para poder hacerse de la representación del gobierno nacional en Mar del Plata.
Esa misma fuente que hablaba con nosotros esta mañana deslizaba que «con Arroyo en el poder nos hacemos un picnic y con Gustavo siempre vamos a ser furgón de cola».
Un análisis que exime de cualquier comentario.