En una ceremonia cargada de símbolos asumieron Biden y Harris

Con un mensaje único de llamado a la unidad nacional el nuevo presidente y su compañera de fórmula asumieron la presidencia de los Estados Unidos por los próximos cuatro años.

Un discurso centrado en la invocación a la unidad nacional y a la conciencia que deben tener los norteamericanos de los peligros que se corren desde el estallido de la violencia como signo de la desunión nacional y los riesgos de una crisis sanitaria que no cede, marcó el inicio del gobierno de Joe Biden al frente del país más fuerte de la tierra.

Sin olvidar la histórica agenda norteamericana en materia de trabajo, salud e igualdad racial, el nuevo presidente volvió una y otra vez sobre la cuestión de la división interna y recordó a los prohombres de la historia del país que debieron afrontar desafíos semejantes.

«Podemos unir nuestras fuerzas y dejar de gritarnos. Así no hay paz, hay amargura y un cansancio que nos agobia. Esto no es una nación, es un caos» determinó dramáticamente.

Pidió que «volvamos a escucharnos, tengamos respeto. Cada discrepancia no puede ser una excusa para la guerra» continuó. «Tenemos que ser distintos, mejores. Creo que EEUU es mucho mejor que lo que estamos mostrando».

Recordó que «en este mismo lugar en el que hace muchos años se reunieron manifestantes para evitar que las mujeres pudiesen votar hoy estamos junto a Kamala Harris, la nueva vicepresidente del país. Miren si no podemos avanzar».

«Me comprometo con ustedes a ser un presidente para todos los estadounidenses y trabajar por los que me respaldaron y por los que no» dijo Biden.

«Tenemos que terminar esta forma de guerra civil que enfrenta a republicanos y demócratas» pidió. «Y podemos hacerlo con solo ponernos un instante en los zapatos de la otra persona, porque de esto se trata la vida».

«Vamos a necesitarnos unos a otros para enfrentar este tiempo oscuro» advirtió. «Estamos entrando en la etapa más peligrosa de la pandemia y eso supone un desafío para estar juntos y entender que al final del camino brilla el día».

Tras sus palabras pidió un minuto de silencio y oración por los muertos durante la pandemia, definiendo ese momento como «mi primer acto como presidente».

El nuevo presidente terminó repitiendo frases del himno de los EEUU, poniendo final a una ceremonia distinta a todas las que hasta el momento se habían llevado a cabo. Sin público, sin la presencia del mandatario saliente, con un país dividido y traspasado por la pandemia y todos tipo de desafíos por resolver en lo inmediato.

Tal vez por eso Biden se despidió diciendo que «todos juntos vamos a escribir una historia de esperanza y Estados Unidos será un faro hacia el mundo. Lo haremos con propósito y determinación». concluyó.