Violencia antisemita: ¿es esta la verdadera cara del peronismo?

Por Adrián FreijoEl silencio ominoso del gobierno de Alberto Fernández por los ataques del grupo terrorista palestino Hamas a Israel y la pretensión de culpar a la víctima nos obliga a reflexionar.

El mundo acusó al gobierno peronista de la primera época de cobijar y proteger criminales de guerra nazis y hacer todo lo necesario para que sus atrocidades quedasen impunes. Y el peronismo calló…

Y su silencio fue tan ruidoso que se multiplicó en la historia con el nombre de Eichmann, el de Mengele, el de Priebke y tantos otros que terminaron por descorrer el velo de la complicidad más abyecta.

Muchos años después el mundo levantó la voz de alerta por las maniobras de tres gobiernos peronistas tendientes a lograr el encubrimiento de los atentados a la Embajada de Israel y al edificio de la AMIA.

El de Menem sobornando al juez de la causa, el de Duhalde instalando al frente de la policía provincial a muchos de los implicados y cajoneando los expedientes y el de Cristina buscando, en el mejor de los casos, un insostenible acuerdo con los sindicados como autores del monstruoso atentado a la mutual judía. Y el peronismo, obediente y culposo, calló aún cuando desde todos los rincones de la tierra se pedía a gritos una explicación por tantas muertes y por el extraño final del fiscal que investigaba a los asesinos.

Hoy un gobierno peronista emitió un comunicado que cuestionó en primer lugar el “uso desproporcionado de la fuerza” que, a su juicio, desplegaron las fuerzas de defensa de Israel que enfrentan ataques desde la semana pasada y evitó expresar su condena al accionar de ese grupo palestino. Y una vez más el peronismo calla, se esconde…nos humilla.

La violencia en la Franja de Gaza reconoce excesos de unos y otros y es claro que el respeto a los derechos humanos es por allí una ilusión. Pero no es admisible elegir a que violador vamos a apoyar…

Millones de judíos murieron aplastado por Egipto y sus faraones; millones fueron perseguidos y aún lo son en Rusia como ocurrió también durante los años de la Unión Soviética. ¿Hace falta recordar la Shoá, traducido como «La Catástrofe, conocido en la terminología nazi como «solución final»?.

Soy peronista desde mi juventud. Amo la mirada social del justicialismo y creo con sinceridad que por ese camino vamos a llegar a construir una Argentina justa, libre, soberana el integrada a la comunidad internacional.

He conocido miles de dirigentes y militantes peronistas amantes de la libertad, respetuosos de los derechos humano y capaces de volver de las desviaciones ideológicas de los años de la guerra fría -que coincidieron con la proscripción y persecución que padecimos muchos peronistas- para comprender que el mundo y el país se salvan con el «uno  más uno» y no con el «uno contra uno».

Soy un convencido de aquello que defiendo, soy un argentino que ha dedicado buena parte de su vida a luchar por un país y una sociedad mejor. Pero no soy esto…

Quien haya encubierto nazis, apañado atentados criminales o defendido violencias fundamentalistas no son ni peronistas, ni dignos de llamarse humanos. Y si consiguen, por medio de cuestiones meramente cuantitativas quedarse con el peronismo…que no cuenten conmigo.

Soy peronista…no soy asesino.