Los representantes de su partido faltaron a la cita. Ante esto se intentó suspender la reunión, pero los tres de las distintas fuerzas restantes ya habían llegado. ¿Qué hay detrás de la amarga queja?.
Carlos Arroyo no se ha mostrado muy ducho en eso de tejer alianzas. Su postura de lejano autoritarismo, lo ecléctico de su discurso político, sus silencios inoportunos y frases aún más fuera de contexto lo llevaron a una posición que ahora queda clara en su propia queja ante legisladores marplatenses: «estoy muy solo, necesito apoyo «.
Y lo más impactante es que debió confesarse frente a los representantes de la oposición – los senadores Juan Curuchet (FpV), Gabriel Pampín (Frente Renovador) y la diputada nacional Fernanda Raverta (FpV) – ya que los propios, Maximiliano Abad y Guillermo Castello, ni siquiera concurrieron a la convocatoria.
Una situación insólita pero que seguramente tiene que ver con las constantes y veladas críticas que el intendente suele hacer tanto a Mauricio Macri como a María Eugenia Vidal. Y que no han pasado desapercibidas en el centro del poder nacional y provincial.
«El primer intendente en desbarrancar va a ser Arroyo», decía este fin de semana un importante ministro del gabinete provincial. Uno de esos que comparten decisiones con la propia gobernadora y sabe por tanto lo que habla.
Los permanentes conflictos, las guerras personales, sus imaginados desembarcos bélicos y las renuncias en masa en su de por sí escuálido gabinete, han terminado por convencer a los propios d la ventaja de estar lejos.
Y el papelón de hoy a la mañana parece demostrarlo.
«Estoy solo», dice Arroyo. Pero…¿hizo algo para no estarlo?.
«Necesito ayuda», pide a sus visitantes. Pero…¿está dispuesto a aceptarla.
Él solo tiene la respuesta…