¿Quién levantó la captura que pesaba contra el espía?, ¿qué es lo que va a declarar ante la jueza Palmaghini?, ¿como afecta a Cristina y a Aníbal Fernández su declaración?. Las respuestas acá.
«Antonio ya está en Buenos Aires y en su casa. Entró al país como lo que es: un ciudadano común», asegura una fuente clave de su entorno. La frase tiene al menos algo de cierto: Antonio «Jaime» Stiuso, el ex jefe de Operaciones de la SIDE, a cargo durante años de las intervenciones telefónicas y el ex espía más célebre del país, entró por la frontera con Uruguay sin que nadie lo moleste.
Pese a ser identificado por el personal de migraciones, que dio inmediata cuenta a Gendarmería, grande fue la sorpresa cuando al revisar en las computadoras en busca de posibles retricciones u orden de detención, la figura del espía apareció sin limitación alguna. ¿Quién había ordenado levantar la orden de búsqueda y captura que fue emitida durante el gobierno de Cristina Kirchner?
Cerca del despacho de la jueza Palmaghini se sabe que hubo una extensa negociación secreta en los Estados Unidos -llevada adelante por uno de los hombres de mayor trato directo con el propio Presidente- tras la que se acordó el regreso y la declaración que Stiuso dará antes del fin de semana próximo. Fue en ese momento cuando la magistrada resolvió hacer lugar al pedido que le hizo llegar el Jefe de Gabinete Marcos Peña y dejar si efecto el pedido de captura.
Ella sabe, como el propio gobierno, que Jaime Stiuso es la llave que permitirá abrir por fin el cofre que guarda el secreto mejor guardado del país: quien mandó asesinar a Alberto Nisman, algo de lo que nadie ya duda.
Y también se sabe que la misma declaración del ex agente relanzará la investigación por la muerte del fiscal ya que Stiuso pondrá en conocimiento de la magistrada documentación y testimonios que dan cuenta de que en Casa Rosada se había aceptado que la desaparición del funcionario serviría para descomprimir la denuncia que preparaba contra la primer mandataria, La figura de Fernando Pocino -quien reemplazó a Stiuso en la confianza presidencial- quedaría entonces fuertemente cuestionada en la investigación ya que fue él personalmente quien discutió con Cristina y Aníbal Fernández las diferentes alternativas para resolver «la cuestión Nisman».
Por el lado del gobierno lo que más interesa es que el hombre cumpla la promesa de aportar las pruebas irrefutables de que la negociación del anterior gobierno con Irán, que denunciara Nisman, efectivamente existió y que en ella intervinieron -en diferentes niveles de responsabilidad- no solo los nombrados por el fiscal sino otros altos funcionarios de la gestión K, entre los que habría tenido un papel preponderante el ex ministro Julio de Vido.
Tras su declaración Stiuso saldrá nuevamente del país pero esta vez con la seguridad de no ser perseguido y con la protección especial de los servicios secretos norteamericanos con quienes lo une una estrecha y antigua relación.