Después de dos años sin celebrarse a causa de la pandemia la tradicional Falla Valenciana regresó esta noche con la quema de una estructura de más de ocho metros de altura, inspirada en cuentos infantiles.
Después de dos años sin celebrarse a causa de la pandemia, y tras sufrir una postergación de 24 horas debido a un temporal, la tradicional Falla Valenciana regresó esta noche en la ciudad de Mar del Plata, con la quema de una estructura de más de ocho metros de altura, inspirada en esta ocasión en cuentos infantiles.
Miles de vecinos y turistas se concentraron en la Plaza Colón desde las 20, para presenciar la «Cremá», la típica hoguera con el monumento fallero, construido en madera y papel frente al Casino, para la edición 68 del festejo.
La estructura, llamada «Cuentos que cuentan cuentos», volvió a arder tras dos años sin festejo, para cumplir con el objetivo simbólico de la tradicional ceremonia valenciana: «Dejar todo aquello negativo o malo plasmado en imágenes, y a través del fuego limpiar un nuevo año».
Una princesa encerrada en su torre, un pirata, un Pinocho y un enano de Blancanieves fueron algunos de los «ninots», los típicos muñecos que formaron la hoguera, diseñados este año por el artista Adrián Mas Reyes.
En esta edición, los organizadores colocaron además un buzón en el que cientos de personas depositaron mensajes y también barbijos que ya no utilizaban, para simbolizaron que queda atrás la pandemia que durante dos años obligó a suspender los festejos valencianos.
La ceremonia había sido programada originalmente para la noche del sábado, pero un temporal de viento y lluvia que afectó a la ciudad obligó a los organizadores a postergarlos un día.