Final feliz para un caso que reaviva el debate sobre derechos paternos

La búsqueda de Pablo Blasko tuvo un final feliz. El médico marplatense que inició una batalla legal para poder recuperar el contacto con su hija se reencontró con Julieta.

Julieta había desaparecido el viernes pasado. Su padre, Pablo Blasko, que vive en Mar del Plata había tenido el último contacto con su hija el jueves, cuando acordaron por teléfono que la iría a buscar al colegio al que concurre, en la mencionada localidad ubicada al norte de la Capital Federal.

Sin embargo, ese encuentro no se produjo y la preocupación del médico creció. La búsqueda de la menor fue intensa y ayer, desde la Justicia de Familia se comunicaron con Blasko para decirle que había aparecido y que ya estaba regresando a Mar del Plata.

Cerca de las 16, el médico se reencontró con la niña, que se halla en perfecto estado de salud. Sobre el lugar en el que permaneció durante casi una semana, aún se desconocen detalles.