ESO ES TODO: FLOTAR Y NADA MÁS, EN MUNDOS DE ILUSIÓN

Scioli se ha lanzado a un hiper kirchnerismo explícito que supone beneficioso para sus expectativas políticas. Y parece que ese es el único mensaje que le escucharemos en campaña.

«Tengo el honor de ser parte de este Proyecto Nacional desde el minuto cero, de haber sido elegido por Néstor para acompañarlo en la fórmula presidencial en las inciertas elecciones del año 2003. Luego Cristina me honró para que fuese dos veces su candidato a Gobernador de esta provincia de Buenos Aires». Así hablaba Daniel Scioli a través de una carta que publicó en su cuenta de twitter ayer para saludar a la Presidente en ocasión de recordarse la llegada de Néstor Kirchner al poder. Un día en el que también, y por supuesto de manera secundaria, millones de argentinos recordaban a un grupo de personas que hace mucho, un 25 de mayo de 1810, había emancipado al país de la corona española.

Hoy el gobernador bonaerense visitó la UIA y le prometió a sus anfitriones que va a continuar con las medidas proteccionistas del actual gobierno -algo que suena como música a los oídos de empresarios acostumbrados a que los riesgos se corran con  dinero público, las pérdidas las absorba el estado y las ganancias se conviertan mágicamente en riqueza particular- aunque nada dijo acerca del cepo cambiario y la inflación.

Y esto será todo lo que seguramente le escucharemos de acá a las elecciones. Elogios a Cristina, aceptación mansa de la imposición de su vicepresidente y los legisladores, fortalecimiento de Kicillof para que siga al frente de la economía aunque los datos reales de su gestión lo equiparen con algunos de sus colegas más dañinos de la historia argentina; y mucho amor, deporte y aire libre.

Está convencido que con ello le bastará para ganar, y créame amigo que en la Argentina eso puede ser posible.

Aunque él sepa en su fuero íntimo que una vez en el poder ninguna de esas «continuidades de modelo» serán posibles. Sin arreglar con los acreedores no hay financiamiento, sin retirar el cepo no hay exportaciones y sin exportaciones no hay dólares reales que suplanten aquella falta de aportes financieros externos. Y sin ambas cosas continuarán la inflación y la recesión que, en el caso de sus arropados de hoy, ya lleva 19 meses.

Demasiado para resolverse con el simple expediente de la cara de nada.