Francisco visita la ciudad en la que la violencia de género reina

Los vecinos de Ecatepec, en el conurbano del Estado de México donde el Papa oficia una misa masiva hoy, se quejan de que no verá la situación «real» de este municipio.

Allí, el Sumo Pontífice clamó por que los mexicanos hagan de su país una tierra de oportunidades donde «no haya necesidad de emigrar para soñar» y donde no hay riesgo de caer en manos de los «traficantes de la muerte».

Invitó a «hacer de esta bendita tierra mexicana una tierra de oportunidad. Donde no haya necesidad de emigrar para soñar, donde no hay necesidad de ser explotado para trabajar».

Durante su homilía, llamó a los fieles a no caer en las tentaciones que degradan al hombre: «la riqueza, la vanidad y el orgullo».

Con relación al «orgullo», indicó: «El ponerse en un plano de superioridad del tipo que fuese, sintiendo que no se comparte la vida común de los mortales».

Francisco denunció, además, cómo el comportamiento del hombre crea «una sociedad de pocos y para pocos».

El Sumo Pontífice comenzó su sermón recordando que ha comenzado el tiempo de Cuaresma, que precede la Pascua, y que «es un tiempo especial para recordar el regalo de nuestro bautismo, cuando fuimos hechos hijos de Dios».

«La Iglesia nos invita a reavivar el don que se nos ha obsequiado para no dejarlo dormido como algo del pasado o en algún ‘cajón de los recuerdos'».

«No es lo que vivimos todos los días» dice la gente

«Todo esto tan limpio que ve es solo por el Papa», advierte Rafael, un trabajador del barrio. «Deje que él se vaya, volveremos a ser colonias olvidadas». A su lado, un compañero se queja de que a las casas desparramadas por los cerros les falta agua y drenaje. La palabra que usó Luis Buñuel en su película para describir los suburbios de esta capital en el año 50 sigue estando vigente.

La decisión de Francisco de celebrar un acto multitudinario no es baladí. Extendido en forma de media luna más allá del cerro del Chiquihuite —reconocible por sus antenas—, con su más de millón y medio de habitantes no solo es el municipio más poblado del Estado de México, sino que en los últimos años se ha convertido en uno de los más violentos de todo el país.

Según el Sistema Nacional de Seguridad Pública, uno de cada ocho asesinatos ocurre en este estado, y dentro de él, Ecatepec encabeza esta desgraciada clasificación. Pero del aumento exponencial de los índices de violencia en esta zona, son las mujeres las grandes víctimas.

El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio alerta de que entre 2011 y 2013, 840 mujeres fueron asesinadas en el Estado de México, y entre 2011 y 2012, desaparecieron más de mil, la mitad de ellas menores de edad. A ello se suma un índice de pobreza creciente: dos millones más de 2012 a 2014.

El Santo Padre no verá la pobreza de la zona en su recorrido desde el helipuerto Ballisco hasta la colonia Las Américas, donde tendrá lugar el acto, al que el obispo de Ecatepec, monseñor Óscar Roberto Domínguez, espera que asistan unas 300.000 personas.