Fuerte rechazo a la decisión de Arroyo de no mudar el municipio

La presidenta del colegio profesional aseguró que la obra que se ejecuta en el barrio Libertad «no puede estar sujeta a la opinión de quien ocasionalmente conduzca una gestión».

Luego de que el concejal Carlos Arroyo atacara la construcción del nuevo centro cívico en el noroeste diversas instituciones salieron a respaldar el proyecto y a confrontar su postura.
La presidenta del Colegio de Arquitectos, Julia Romero, sostuvo que por tratarse de uno de los proyectos más relevantes impulsados por el Plan Estratégico la construcción del nuevo centro cívico del municipio en el barrio Libertad «no puede estar sujeta a la opinión de quien ocasionalmente conduzca una gestión».
De este modo, Romero se refirió a las declaraciones formuladas esta semana por el candidato de Cambiemos, Carlos Arroyo, quien prometió que si llegara a ser intendente impediría que la Municipalidad funcione en el nuevo edificio que está siendo construido en la zona de Libertad y Tandil. «Sería saludable que antes de hablar todos los candidatos conocieran el contenido del Plan Estratégico porque cualquiera que asuma la intendencia tiene el deber de considerar la planificación existente y de interpretar el sentido de todas las obras que están en marcha», aseguró con preocupación.
La representante de los arquitectos del distrito le dijo a LA CAPITAL que «nadie puede decir que porque no le gusta podría desactivar una obra que ya está muy avanzada» y que responde a «criterios de planificación urbanística que fueron consensuados democráticamente».
Romero sostuvo que en todo caso, y con un conocimiento claro sobre las recomendaciones que contiene en el plan, «se podría debatir sobre cuáles serían las funciones que podrían ser trasladadas al barrio Libertad», pero no cancelar el proyecto de un plumazo por razones personales. Frente a esta controversia iniciada por las declaraciones de Arroyo, Romero destacó que la decisión de construir el nuevo centro cívico en la zona noroeste fue adoptada para cumplir con serie de objetivos claros, como «descentralizar a la administración pública» y crear en los barrios «nuevas centralidades urbanas» que incentiven la vida social y económica en zonas postergadas de Mar de Plata.
«Por eso sería muy saludable que todos los candidatos conozcan el Plan Estratégico y hagan pública una postura en relación a él habiéndose informado sobre su contenido. Además el plan no es un documento cerrado sino que es el resultado de un proceso de discusión y de debate al que siempre se le pueden agregar elementos nuevos. Pero para que esto suceda debe haber una conducción política que tenga conocimiento, respeto y compromiso porque sino sería imposible llevar a la práctica todo lo que se acordó con el consenso de muchos actores e instituciones de la sociedad», sostuvo.
Otras voces críticas
La opinión de Romero se sumó a la que esta semana había pronunciado el director del Plan Estratégico, el urbanista argentino Rubén Pesci, quien calificó a la idea de Arroyo como un «intento absurdo por retrotraer la historia».
Quien también se refirió al tema fue el presidente de la sociedad de fomento Libertad, Dante Albornoz, quien calificó al planteo del concejal como un «disparate» y sostuvo que «evitar que esta obra siga adelante sería castigar a todo el noroeste de Mar del Plata».
Al referirse a este tema Arroyo había asegurado que «si Pulti lleva la Municipalidad a Libertad yo la voy a traer de vuelta a donde está porque es una tontería querer cambiar la historia de la ciudad. El sistema español indica la plaza, la catedral, la casa de gobierno…».
En relación a la idea del candidato de preservar intacta la disposición del antiguo centro cívico, ayer Romero explicó que desde el Plan Estratégico también fueron hechas recomendaciones al respecto, las cuales dieron pie para que el propio colegio iniciara un concurso de ideas para su puesta en valor. «La idea consiste en refuncionalizar el Palacio Bustillo y los edificios de esa manzana con la intención de preservar su carga simbólica y mantener algunas funciones municipales allí, ya que en el marco de la descentralización, el centro de la ciudad también requiere conservar funciones y servicios administrativos», explicó. Según Romero, es claro que el actual Palacio Municipal posee «una carga simbólica indiscutida que debe mantenerse» pero sin desconocer que «la Mar del Plata de hoy no es la de la etapa fundacional» y que por eso es necesario actuar en base a una planificación pensada para el futuro. «El Plan Estratégico trasciende a las gestiones y da un marco de referencia para que lo que se haga sea en base a un acuerdo previsible y democrático. Una planificación como la que existe es una herramienta que evita que una gestión ocasional actúe con discrecionalidad y arbitrariedad y por eso lo más saludable es que esto se afiance», sostuvo.