Ganó el oficialismo en Chaco sin denuncias de irregularidades

Cuando el recuento arrojó una tendencia firme, el oficialismo subió al escenario de los festejos a sus principales figuras nacionales. La oposición aceptó la derrota sin hacer denuncias.

Las primarias habían preanunciado el desenlace pero los finales terminaron de confirmar la hegemonía abrumadora del oficialismo en Chaco. El candidato del frente Chaco Merece Más, Domingo Peppo, se consagró como nuevo gobernador de la provincia y le propinó una dura derrota a Aída Ayala, del frente Vamos Chaco, que dejó al margen las denuncias de irregularidades de los días previos y reconoció el triunfo de sus adversarios.

Así, el oficialismo se anotó la victoria en la última parada del cronograma electoral 2015 antes de las elecciones de octubre, y logró calmar un poco la tormenta política que se desató después de Tucumán. No se quedó en Buenos Aires de brazos cruzados: viajó hasta esta provincia con sus principales figuras para capitalizar el gran domingo. Sólo faltó el candidato a presidente, Daniel Scioli, que prefirió descansar tras sufrir una «oportuna» indisposición de salud.

“¿Usted ve mi cara de felicidad?”, le preguntaba Jorge Capitanich a un cronista durante la conferencia de prensa montada en la planta baja del edificio de la gobernación. Las palabras del ex jefe de Gabinete estaban previstas para las 18.30. Sin embargo, se adelantó para las 18.10, apenas cerradas las mesas. Para ese entonces, el gobernador ya había recibido los resultados de boca de urna que le daban alrededor de 20 puntos de diferencia a Domingo Peppo por sobre Ayala y lo consagraban como intendente de Resistencia, tras 16 años de reinado radical. Aunque no podía aún anunciar resultados, Capitanich tenía motivos para sonreír.

Tras la conferencia, la acción se movió hacia el Centro de Convenciones del hotel Gala, ubicado cerca del aeropuerto de Resistencia.

Desde el búnker de Vamos Chaco, ubicado en el centro de la ciudad, Ayala aceptaba la derrota, entre lágrimas. “Respetamos a un pueblo que eligió el modelo kirchnerista y que ha decidido que no estemos más en el Gobierno”, dijo. Muy lejos quedaron las denuncias de la previa. “Tuvimos una elección, se gana o se pierde”, admitió. Pese a que durante la campaña recibió el apoyo de todos los presidenciables no kirchneristas, no hubo presencias nacionales el domingo por la noche en el búnker de Ayala.

Tras el escándalo de las elecciones de Tucumán, el clima enrarecido, con denuncias de fraude e irregularidades, se había adueñado de la campaña chaqueña. El Gobierno nacional miraba con suma preocupación la última elección provincial antes de las generales de octubre. Por eso montó en Chaco un enorme operativo de seguridad, en el que intervinieron más de mil gendarmes, además de la policía local, que tuvo por objeto minimizar los riesgos de incidentes. Capitanich admitió «incidentes menores y muy particulares». Y la justicia electoral no recibió denuncias de ningún tipo.

 

Esta vez, sin denuncias opositoras

Pese a los pronósticos y a las denuncias previas, la jornada electoral transcurrió sin incidentes. Tanto las autoridades del Tribunal Electoral como los 36 veedores convocados especialmente para la ocasión aseguraron que la elección transcurrió con “total normalidad”. Y pese a que en la previa la oposición había hecho a duras denuncias sobre la composición de los padrones, las objeciones casi no se replicaron durante el domingo.

“Nadie se nos acercó a presentar quejas”, le dijo a Letra P el vicepresidente de la Corte Electoral de Uruguay, Wilfredo Penco. Desde el comando de campaña de Ayala, tras las elecciones confirmaron que no presentarían ninguna denuncia.

También Capitanich se encargó de destacar la conducta cívica durante la jornada y agradeció a la oposición. “Chaco dio un ejemplo de civismo, participación ciudadana y transparencia electoral”, se entusiasmó el gobernador, al anunciar el 77 por ciento de participación del electorado en los comicios.