Geopolítica para giles, neófitos, ideologizados, y periodistas.

(Escribe Adrián Freijo) – Estos días estuvieron llenos de señales sobre el nuevo rol de la Argentina en el mundo. Los improvisados, los habladores, los «militantes» y lamentablemente los periodistas no las vieron.

1- Obama vino y dijo «te quiero»

Obama no dijo "yo" los apoyo; avisó que EEUU está cerca

Obama no dijo «yo» los apoyo; avisó que EEUU está cerca

La visita del presidente norteamericano estuvo llena de señales, de esas que son demasiado claras como para no leerlas. Aunque le moleste a quienes siguen creyendo que el lema es «liberación o dependencia» -sin prestar atención al proceso de descolonización de Hong Kong, el ingreso de capitales chinos al mercado occidental (dicho sea de paso, el único mercado que existe en el mundo), la rendición incondicional de Cuba, dispuesta a afeitar la barba del Che a cambio de unos dólares que le den tiempo a los Castro a morir de muerte natural e ingresar al mismo libro turístico que Lenín, Mao o tantos otros autócratas, hoy limitados a un sitio señalado con un cartel que reza «aquí murió fulano», la patética implosión de Venezuela o la «distraída» dolarización que Correa -ningún gil el hombre- mantiene en Ecuador para zafar de una debacle similar, y sigan creyendo que la revolución popular para enriquecer a sus líderes es el camino de la salvación- y sigan planteando un debate que cada vez se parce más a una pesada telenovela de la tarde..

¿Le suena?…y, si…de eso sabemos muchos los argentinos, Lázaro Báez, Cristóbal López, el bueno de Máximo y la que «te jedi».

Obama ES los EEUU, como lo han sido todos los presidentes de ese país cualquiera fuese su antecesor o, como en este caso, su sucesor.

Ellos entendieron que aunque se vaya un presidente, el mundo sigue estando ahí. Y con el mundo aprendieron que no se jode.

2- La ONU dijo «el territorio soberano argentino llega hasta las 200 millas marinas de su plataforma», incluídas las Malvinas.

La ONU avisó: "esas islas" están en territorio soberano argentino

La ONU avisó: «esas islas» están en territorio soberano argentino

Y todos los mediocres autóctonos (militantes, políticos, opinadores y por supuesto periodistas) salieron a discutir si el pedido lo había hecho Cristina (a) la soberana de los aires, Galtieri (a) el brindis por la nada o Menem (a) «el bende, barato, beineta».

Cuando en realidad hubiese sido mucho más sencillo concordar en que fue una tardía respuesta a un reclamo que el país hizo ante el gobierno de los EEUU (1822), la Corte Británica (1834), la Liga de las Naciones (1929), la ONU (1965 en adelante) y que se concretó en una acción jurídica directa pergeñada por Guido Di Tella en 1995 y sostenida luego por los gobiernos de De la Rúa, Duhalde, Néstor y Ella. Es decir, una causa de estado que pertenece a todo el país.

3- Argentina hundió un barco chino que ingresó en su plataforma como una forma de avisar «esto le pasa al que se atreva a violar nuestra soberanía».

Argentina hunde un pesquero chino y avisa a los qu transitan en esa zona hacia Malvinas

Argentina hunde un pesquero chino y avisa a los qu transitan en esa zona hacia Malvinas

Desde la década del 70 los buques piratas entran y salen de la plataforma marítima argentina a pescar en forma ilegal. Justo ahora el país decide una acción ejemplificadora que sirva como aviso de hasta donde puede llegar el país ante este tipo de violaciones.

Por ejemplo, los pesqueros que ingresen a la zona de exclusión en torno a Malvinas, la que a partir de la decisión de la ONU pierde todo valor jurídico atendible.

4-  Gran Bretaña retira su único barco con capacidad de respuesta nuclear apostado en Malvinas.

Los ingleses dejan las islas sin defensa marítima

Los ingleses dejan las islas sin defensa marítima

Y si es verdad que un hecho vale más que mil palabras, que lo haga a horas de la decisión de ONU, de la visita de Obama y del hundimiento del pesquero chino es demasiado evidente como para no entender.

¿Entender qué?. Que ya no hay «conflicto» por Malvinas y que ahora comienza un tiempo, lento pero imparable, de «negociación» por Malvinas.

Que culminará con un acuerdo tipo Hong Kong, una soberanía compartida por determinada cantidad de años, un leasing o lo que sea. Menos en una guerra.

Porque Argentina ya es, por fin, parte del orden internacional

¿Son tan difíciles de entender los signos de la geopolítica?

¿No basta con recordar ejemplos como los de  Hitler, Castro, Stalin, Mao y tantos otros que pretendieron que era un «éxito» de nadar contra la corriente?. La reciente experiencia de los populismos latinoamericanos que vaciaron sus países, agotaron sus reservas y se quedaron sin fondos para sostener sus relatos de bienestar debería ser ejemplo suficiente para entender que las olas mundiales se surfean y no se nadan contra corriente.

Tal vez Malvinas sea, en un futuro no muy lejano, una postal de lo que aquí se sostiene.