Hablemos y aprendamos de la economía que nos toca vivir

Por Fernando Valentín AlfonsoA partir de hoy retomaré la  costumbre de explicar de la manera más simple  las idas y venidas de ese aspecto de la condición humana, que llamamos Economía.

Fernando V. Alfonso

Al lado de un viejo y querido amigo, retomaré esta costumbre de tratar de explicar de la manera más simple posible, las idas y venidas de ese aspecto inevitable de la condición humana, que llamamos Economía.

En esta entrega inicial, debo aclarar que en el rubro existen dos vertientes para interpretar los hechos económicos, pasados y por venir. Una es la Académica; en este plano la Disciplina (No me animo a llamarla Ciencia), siempre afirma la verdad. En sus manuales, tratados, investigaciones, etc: los equilibrios siempre se alcanzan, las brechas siempre se cierran, las leyes se cumplen inexorablemente. En fin, en la Universidad la Economía es irrefutable.

No hay contradicciones posibles en la Academia, pero el costo que hay que pagar es el aburrimiento. La Economía formal se «salva» de los reproches por el uso de las matemáticas. Hay demasiado cálculo diferencial y geometría analítica de por medio, algo incompatible con la divulgación. Para el común de la gente, los no iniciados, es inviable e insoportable.

La otra vertiente, es la de la Política Económica. Aquí cuentan concurrentemente los aciertos, macanas, mentirillas, espectativas y esperanzas de todos los ciudadanos, dirigentes o dirigidos. No hay verdades indestructibles en la materia, todos podemos tener razón. o no. Sin dudas mucho más divertido que en la Academia. Y a esto nos vamos a dedicar de aquí en más.

A quienes nos sigan en este portal, les pido que interactúen conmigo, para acordar o para rezongar cuidando las formas…en la medida de lo posible…

Voy a dedicar cada una de mis columnas a una persona en particular. Pero esta y cada una de ellas, lo serán en recuerdo de un periodista excepcional, Jorge Alfieri.

Hasta la próxima.