Hace 45 años el dictador Videla homenajeaba a Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato y «Jóvenes sobresalientes»

Por: José Luis Ponsico (*) – En 1976 con el golpe militar del 24 de marzo, llegaba al gobierno el general Jorge Rafael Videla, la dictadura más sangrienta de la historia de nuestro país. 

Simultáneamente varias instituciones de Bien Público distinguían a Jóvenes Sobresalientes, 15 llevados a la Rosada.

Desde el Rotary Club en la selección que ponderaba el influyente Bernardo Neustadt, el periodista más influyente del llamado «Proceso de Reorganización Nacional» ubicó a unos 15 jóvenes sobresalientes, distintas actividades, en la Casa Rosada. Invitados por el Gobierno.

Entre universitarios de excelentes notas, muchachos destacados en trabajos manuales y ascendentes precoces de la cultura general, estuvieron con el general Jorge Rafael Videla. Dos llegaron lejos: el economista Martín Redrado y el periodista Eduardo Van der Kooy.

El gobierno de Videla por supuesta gestión del general Enrique Iglesias, Secretario General de la Presidencia, entre mayo y junio del´76 para «mostrar rostro humano» se dijo más tarde contrató a varios publicistas que dieron algunas ideas.

Nunca se blanqueó la agencia publicitaria de Raúl Becerra, quién por propuesta del luego animador televisivo Raúl Portal, antes funcionario área de Prensa del Ministerio del Interior, llevaron ideas al militar Iglesias, leal amigo del general Videla, según testimonios recogidos.

La primera cita para «mostrar a Videla sonriente, sencillo, humano, ameno» tuvo que ver con ilustres invitados: los célebres escritores Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato. Con ellos participó el sacerdote Leonardo Castellani, lejos de la Iglesia «tercermundista» de ése tiempo.

El recuerdo remite a graves sucesos del momento: poco antes del almuerzo en sangrienta represión militar con miles de activistas políticos secuestrados, asesinados, una mayoría «desaparecidos», en sala de Periodista se aludía al drama de Haroldo Conti.

Escritor, poeta de una generación posterior a Borges y Sábato, pero de otros notables como Rodolfo Walsh y Francisco «Paco» Urondo, el caso Conti, nacido en Chacabuco, poco antes de la «década infame» secuestrado por un «escuadrón de la muerte». Tabú en los diarios.

Sábato mientras Borges hacía bromas con los periodistas, a la salida de la reunión con el dictador Videla, elogió: «Se pudo ver a un hombre culto, inteligente» dijo el autor del libro «El túnel» que lo hizo famoso en los´60. Con el tiempo, don Ernesto se arrepintió.

Lo de Borges pasaba por otro lado. Acompañado por su asistente María Kodama en tanto lo rodeaba una decena de periodistas, a uno de ellos que le extendió la mano, el célebre autor le decía: «Encantado, yo soy Borges, como el de las cajas fuerte» ante risas del resto.

El Ejército competía en modo siniestro con la Armada. En tanto la cúpula militar tenía a Videla, a cercanos generales Roberto Viola y Albano Harguindeguy, detrás de militantes del ERP Ejército Revolucionario del Pueblo. La Marina lo hacía con «Montoneros». El horror.

El almirante Emilio Eduardo Massera luego buscando poder político en el´ 79 fundó el Partido de la Democracia Social, instalaba el terror en la ESMA Escuela Mecánica de la Armada: cientos de prisioneros cautivos. Torturados, luego asesinados.

La idea del almuerzo «de la Cultura» permitió elogios de la prensa que apoyaba al Proceso. Los publicistas -profesionales que enseguida ganaron fama en la televisión- con Becerra, Portal se anotaron otros publicistas, luego famosos. Entre otros Guinzburg y Abrevaya.

Neustadt «periodista del Proceso» mañanas de Radio Mitre, aludía a a Argentina que salía de la larga noche de enfrentamientos. Los años de la «guerrilla urbana». El regreso del general Juan Domingo Perón y la traumática experiencia de José López Rega con la Triple «A».

Binomio de fama con Mariano Grondona, abogado, vasta cultura, historiador, profesor de la UBA. Universidad de Buenos Aires, en el´ 68 asesor en el Ministerio del Interior, tiempos de otro régimen militar, a cargo del general Juan Carlos Onganía. Dos formadores de opinión.

Entretanto, «la futura Argentina» dejaba atrás a miles de jóvenes asesinados, antes buscados perseguidos, secuestrados, en América Latina revolucionaria, trágica de los´ 70. En medio del debate el general Iglesias siguió manual de Neustadt: convocó «jóvenes sobresalientes».

De 15 seleccionados dos llegaron lejos: tenían 22 años, caso de Martín Redrado  siempre se dijo que ignoraba casi todo lo que pasaba. El otro, Eduardo Van der Kooy, no tanto. Había llegado a la Redacción del diario «Clarín». El periodismo no ignoraba casi nada.

El apodado «Holandés» (Van der Kooy) por entonces uno de los favoritos del «pope» de la Redacción, un olvidado Marcos Cytrymblun, en los últimos años radicado en su Quinta de Del Viso, dedicado a propuestas culturales. fue «el elegido».

Rosarino, hincha de Ñuls, paso como cronista deportivo en la Agencia Nacional de Noticias Télam. Luego en «El Cronista Comercial», diario de negocios, Van der Kooy no ignoraba -se infiere- lo que estaba ocurriendo en el país.

No obstante, quizá obligado a escribir casi una página para la Sección Política terminó coincidiendo con Sábato cuando el ilustre escritor que vivía en la localidad de Santos Lugares, honrado por el gobierno de Raúl Alfonsín en el´84, ponderó al dictador.

«Un hombre afable, sencillo, de buenos modales» coincidió el joven cronista de «Clarín», con sus frescos 22 años, lleno de ilusiones. Desde lo profesional casi todas cumplidas. Aunque la Política alguna vez lo acercó a una publicación del legendario Antonio Cafiero.

Hoy recuerdan a Eduardo llevado por su colega Ricardo Roa 1981 a «Movimiento» revista financiada por quién luego fuera gobernador bonaerense en la primavera del´87. Tiempos del MUSO logia política, identificaba Movimiento, Unidad, Solidaridad y Organización.

En los casi 3 mil días que duró la dictadura, la Guerra de Malvinas en el medio, cerca de 800 pibes caídos en tierras congeladas; dos Mundiales de Fútbol, en el´78 tres semanas casi 70 militantes secuestrados, inflación acumulada del´76 al´ 83 del 500 mil en deuda sextuplicada.

Todo indica que no sólo Ernesto Sábato, en el´ 84 uno de los estandartes de la CONADEP Comisión Nacional de Personas Desaparecidas, tuvo arrepentimiento por sus palabras a menos de cien días de la asunción de Videla.

El favorito de Héctor Magnetto pope de «Clarín» desde hace un cuarto de siglo tiene una excusa invalorable: el fuego de la juventud. Aunque la Redacción de «Clarín» con Marcos Cytrymblun a la cabeza había facilitado a Enrique Oliva, la salida del país.

El ex militante de la «Resistencia Peronista» fallecido no hace mucho, desde su exilio en París, bajo el pseudónimo de Francois Lepot escribió para el «gran diario argentino» las mejores crónicas de la guerra de Malvinas.

Oliva pasó en el´65 por el grupo legendario «Uturunco» primer movimiento peronista de Liberación Nacional, al cabo explicó con su talento, contrastes del periodismo artesanal.  No de «operaciones políticas». Siempre, según el color del cristal con que se mire.

«Nunca es triste la verdad; lo que no tiene es remedio» (Joan Manoel Serrat, Barcelona, 1971).


(*) Columnista de La Señal Medios. Libre Expresión, Mundo Amateur, Agencia Nacional y Popular