La pelea con Muhammad Alí se concretó el 7 de diciembre de 1970 y terminó con un histórico knock out. Ringo demostró aquella noche que estaba a la altura de los mejores boxeadores del momento.
Claro que luego del «chicken» (gallina o cobarde), llegó el reconocimiento de «Ringo» para Alí, quien le ganó por nocaut técnico en el round número 15, en una pelea que no tenía título mundial en juego -solo el de la Federación Norteamericana de Boxeo- y que le sirvió al moreno de Lousville la posibilidad de ir nuevamente por el cetro de los pesados ante Joe Frazier, con el que perdió meses más tarde.
La pelea tuvo toda la parafernalia que solo Bonavena podía darle, ayudado en gran parte por la prensa argentina, pero claro está que el rival que iba a tener enfrente era el mejor peso pesado de la historia.
Ringo, quien en ese momento tenía 28 años, ya había enfrentado dos veces a Joe Frazier, y también con los mejores pesados de la época, pero le faltaba escalar el Himalaya, que sin dudas era un combate con Alí.
Hizo de todo. Lo retó y lo provocó casi hasta la discriminación: le dijo que olía mal por el color de su piel.
«Clay, Clay, Clay», le repitió cientos de veces Bonavena al ex campeón en la ceremonia del pesaje, algo que molestaba sobremanera a Alí, que le recordasen su nombre: Cassius Clay.
La noche del Madison
El mítico escenario del Madison Square Garden, ubicado en el corazón de Manhattan, tuvo un aforo de 19.417 espectadores, que dejaron una recaudación de 615.491 dólares (los tickets costaban entre 10 y 75 dólares).
El escenario que aglutinó grandes momentos del deporte y del espectáculo a nivel mundial se había inaugurado solo algunos años antes, el 11 de febrero de 1968, pero rápidamente creó su aura de lugar mágico para las grandes veladas.

En el noveno, Alí tocó la lona con su rodilla, pero el árbitro no le dio la cuenta de protección dado que había sido por el impulso al errar un golpe, aunque el argentino reclamó la acción.
Los diferentes libros que se escribieron sobre Bonavena mencionan que el hijo de Doña Dominga se fue con una bolsa de 300 mil dólares, la más grande de su carrera, y quería que todos supieran que haber enfrentado a Alí significaron «los 15 rounds más inolvidables» de su vida.
Años más tarde, en mayo de 1976, muy lejos de Nueva York, donde vivió su noche más épica, Bonavena encontró una muerte absurda en Reno, Nevada, donde había llegado con la ilusión de renovar su carrera y volver a medirse con Alí.