¿Hay una conjura para debilitar la imágen de fortaleza de Francisco?

Luego de que fuera desmentida la noticia de que padecía un tumor cerebral benigno, el propio Pontífice pidió no creer en “teorías conspirativas”. Una serie de hechos que despiertan sospechas.

La noticia que circuló en un periódico italiano donde se anunciaba que el Papa Francisco sufría de un cáncer, que luego fue desmentida no sólo por el Vaticano, sino también por el médico que citaba el artículo periodístico, despertó el alerta. La sombra de las conspiraciones volvieron a aparecer en el centro de la escena en los medios italianos.

Tramas ocultas y confabulaciones son algunas de las tormentas que acecharían a Francisco. Según recogió el diario La Nación, los medios italianos relacionaron la versión de la visita secreta del ex cardenal Bergoglio a una clínica en Pisa para ver a un experto japonés en tumores cerebrales con algunos episodios ocurridos tras su regreso de los Estados Unidos, en pleno sínodo de obispos.

El revuelo fue tal que hasta una de las figuras más cercanas al Papa en el sínodo, el cardenal Walter Kasper, denunció un intento burdo de condicionar la labor de la asamblea. “Nadie logrará manipular al Papa”, señaló.

Antes de la reunión se conoció la “salida del closet” del obispo polaco Krzysztof Charamsa, que anunció su homosexualidad y en las últimas horas fue suspendido del sacerdocio.

Unos días más tarde, según recogió la periodista Elisabetta Piqué, se filtró una carta que 13 cardenales conservadores le entregaron el primer día del sínodo al Papa. Allí, hubo una serie de cuestionamientos acerca de la nueva metodología de la asamblea, y hasta lo acusaron de manipular los resultados. Esto explicaría por qué en el segundo día de las reuniones Francisco aseguró que nadie ponía en duda la doctrina tradicional sobre el matrimonio, y pedía que no se creyera en “teorías conspirativas”.

Esa frase parecía hacer referencia, aunque sin mencionarlo, a la noticia difundida antes de ayer respecto del tumor benigno en el cerebro, que fue desmentida por el médico japonés Takanori Fukushima, mencionado como el profesional que lo había atendido.

El periódico de la Santa Sede L’Bsservatore Romano destacó que el momento elegido para lanzar la información revela el “intento manipulatorio” de la publicación. Por esta razón, los medios italianos instalaron la idea de “trampa” o “conspiración” contra el Pontífice.

Incluso, el Corriere Della Sera denunció una operación que podría haber sido iniciada “en el subsuelo más turbio del Vaticano” con el objetivo de deslegitimar el papado de Francisco. Y además, menciona que ámbitos externos a la Iglesia que también le son hostiles podrían estar implicados.

El diario La Repubblica menciona un “complot diabólico” para atacar al Papa, según sostuvo monseñor Gianfranco Girotti, quien aseguró que se refuerza la “sospecha de que tras los ataques puedan estar las jerarquías”.

Victor Fernández, el arzobispo argentino rector de la UCA y allegado al Papa indicó que se trata de “una suerte de estrategia apocalíptica para desacreditar a quien tiene el poder: hablar mal de él, difundir noticias falsas de modo que más personas crean que hace falta un recambio”. Al ser consultado sobre los enemigos del Papa, Fernández opinó que existen personas “a las que no le cae bien este pontificado”. “Quizás el éxito que Francisco tuvo en Estados Unidos que haya caído bien y a alguien le preocupe”.

Incluso, hay algunos que hasta compararon los intentos por debilitar la figura de Francisco con el escándalo de “Vatileaks”, donde se filtraron documentos reservados, que sacudieron la figura de Benedicto XVI y que aseguran que fue el motivo que llevó a la renuncia al anterior Papa.

En este contexto, los 270 integrantes del sínodo recibieron ayer por la tarde un borrador del documento final, que tiene alrededor de 100 párrafos y que sería debatido hoy por los obispos. Allí se incluyen algunas de las 1300 enmiendas presentadas durante las reuniones de las últimas semanas.