Hebe no se cansa de manchar el pañuelo y la lucha de las Madres

Grande es el prestigio y consistente la lucha de las Madres de Plaza de Mayo rehenes del odio Hebe de Bonafini que sin embargo no logra terminar de arrastrarlas. Pero ella sigue intentándolo.

Hebe de Bonafini volvió a utilizar insultos y duras acusaciones durante su discurso en la tradicional marcha de los jueves en la Plaza de Mayo. Esta vez, los apuntados fueron Graciela Fernández Meijide y los dirigentes de la oposición que denunciaron fraude en las elecciones de Tucumán. A la primera la tildó de alcohólica y a los segundos de «hijos de puta».

Las críticas a Fernández Meijide fueron por su participación en un ciclo de debates sobre la violencia política en los años 70 organizado por una universidad privada. Entre los asistentes a ese debate, titulado «Derechos Humanos y Castigo: las discusiones pendientes», estuvo Cecilia Pando, lo que desató la bronca de Bonafini.

«Solo una madre de desaparecidos como la Fernández Meijide, que se tomó unas cuantas botellas, puede decir semejantes disparates, porque no se puede comprender de otra manera, pero dejémosla con su historia y con la Pando», lanzó la titular de Madres de Plaza de Mayo sobre la ex integrante de la Conadep.

A continuación, los dardos de Bonafini apuntaron contra la oposición por lo ocurrido en Tucumán. «No se podía hacer propaganda y decían ‘vote contra el fraude’, si no se podía hacer propaganda, ¿por qué pasaban esto por la radio?», se cuestionó.

«Los tipos están desesperados porque se les armó un bolo fecal con todas las broncas, con todo el odio, con todo el veneno y con los votos que pusimos nosotros que somos tantos, no se lo pueden sacar con nada. Por más que hagan marchas, no pueden», sostuvo.

Finalmente, recordó que Cristina Kirchner le pidió al arco opositor que reconozca los triunfos del Frente para la Victoria, aunque optó por diferenciarse en el tono que había utilizado la Presidente. «Es casi lo que dijo la ‘Presi’, pero yo soy un poco más desbocada, ella lo dijo con mucha altura pero es casi lo mismo. No saben ya qué hacer, nos proponen la conciliación, que seamos buenos, y ellos son lo más hijos de puta que existe», concluyó.