HOLA DON PEPITO

Una payasada; no hay otra forma de calificar lo ocurrido en torno a las cuestionadas fiestas electrónicas. Si algo faltaba para sorprendernos Carlos Arroyo se encargó de conseguirlo.

El decreto firmado por el intendente Carlos Arroyo asegura que no autorizará la realización de fiestas electrónicas a partir de la fecha en el distrito y sin embargo solicita a las fuerzas de seguridad y a las distintas secretarías del municipio “una vigilancia exhaustiva de las fiestas que se realicen y un asesoramiento adecuado a sus organizadores”.

¿Puede vigilarse lo que no existe por estar prohibido?….

El jefe comunal menciona que la proliferación en los últimos tiempos de las fiestas electrónicas han concluido con fallecimientos provocados por distintas disfunciones originadas en el consumo de drogas de diseño y que en General Pueyrredón las habilitaciones vigentes “cualquiera sea su rubro original, no incluyen la realización de fiestas electrónicas”.

Y aclara que al no contar con “los medios humanos y técnicos que permitan un control absoluto de los riesgos que se derivan de la vida humana como consecuencia de este tipo de fiestas, es necesario adoptar medidas de prevención”. Si no se autorizan…¿para qué prevenir?…y si se permiten y se controlan…¿para qué decir que no se autorizan?.

Entre los fundamentos del decreto –que también lleva las firmas de los secretarios de Gobierno, Salud, Cultura y Turismo-, se hace hincapié en que es habitual el consumo de éxtasis, “también llamado ‘pastillas’, ‘pastis’ o ‘pirulos’”, lo que parece al menos una «boutade» innecesaria en un instrumento público que se supone serio.

Pero lo realmente insólito es que el Art. 1 del decreto remite al Arto.2 y éste lo hace al anterior. (¿¿¿???). Si Colón lo hubiese tenido a Arroyo de Primer Oficial…¡¡¡ qué poco le hubiese costado resolver la redondez de la Tierra !!!.

Poco serio, impresentable, indigno de una ciudad como Mar del Plata y pasible de ser sacado cuanto antes de circulación. 

El decreto…por supuesto.