Por Adrián Freijo – ¿Cuál es el mejor homenaje que puede rendirse al Padre de la Patria?, ¿qué es lo que ya no se ha dicho en su honor?…¿qué palabra falta para describir su estatura política, moral, militar y humana?
Todas estas preguntas me hacía antes de escribir esta nota… y de golpe comprendí: TENÍA QUE SER ÉL QUIEN NOS HABLARA; TENÍAN QUE SER SUS PALABRAS LAS QUE OCUPARAN EL ESPACIO Y NOS RECORDARAN ALGUNAS COSAS QUE PUEBLO Y GOBIERNO PARECEMOS HABER OLVIDADO.
Que hable entonces el pensador José de San Martín y que su palabra sirva para abrir muchos ojos.
Para los gobernantes que ignoran los pedidos de seguridad de nuestra gente…
“La seguridad de los pueblos a mi mando, es el más sagrado de los deberes”.
Para quienes creen que ya no vale la pena…
Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto, no defenderla.
Para los que sienten que no importa lo que puedan decir en defensa de sus ideas…
“Hace más ruido un sólo hombre gritando que cien mil que están callados”.
Para los que caen en la tentación de abusarse de una posición de poder…
“Sacrificaría mi existencia, antes de echar una mancha sobre mi vida pública que se pudiera interpretar por ambición”.
Para quienes prefieren “tener” y no “ser”…
Seamos libres, lo demás no importa nada.
Para los que no comprenden la flaqueza de sus hermanos y se niegan a tenderles una mano…
“El hombre bajo todo gobierno será el mismo, con las mismas pasiones y debilidades”.
Para todos nuestros gobernantes…
“La biblioteca destinada a la educación universal, es más poderosa que nuestros ejércitos”.
Para los militares que se entregan a la codicia y al poder político…
“Los soldados de la patria no conocen el lujo, sino la gloria”.
Para los hombres y mujeres públicos que caen en la tentación de ser adulados…
“Mi mejor amigo es el que enmienda mis errores o reprueba mis desaciertos”.
Para quien ha perdido de vista el verdadero desafío de la vida pública…
“Si hay victoria en vencer al enemigo; la hay mayor cuando el hombre se vence a sí mismo”.
Para todos y cada uno de nosotros…
“La conciencia es el mejor juez que tiene un hombre de bien”.
