«El muerto se asusta del degollado y los dos eran finados» recuerda el viejo dicho. Y el mundo, sin diferenciar ricos de pobres, parece demostrar que el adagio no estaba equivocado si del poder se trata.
Unos 2,3 millones de italianos recibieron por lo menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus saltándose el turno correspondiente y sin respetar el orden establecido por el Gobierno, indicó hoy el diario La Repubblica, citando un informe del comisario extraordinario para la emergencia Covid.
«Un número que da miedo. Más de 2.300.000 italianos recibieron por lo menos una dosis de la vacuna», saltando la cola, comunicó el rotativo.
Según precisó, la situación es particularmente grave en las regiones de Sicilia, Calabria, Apulia, Campania y Toscana, donde hasta el 30% del total de las inyecciones fue suministrado a personas que no tenían derecho a recibirlas.
Mientras tanto el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció hoy la creación de una comisión de expertos para estudiar una reforma a la Corte Suprema, cuyo funcionamiento es objeto de constantes críticas que arreciaron en la gestión de su antecesor, Donald Trump.
Biden firmará hoy un decreto para iniciar el funcionamiento de esta comisión que tendrá una duración de seis meses y que luego emitirá sus recomendaciones, informó la Casa Blanca en un comunicado.
Este grupo de expertos bipartidistas analizará los temas que están en el debate sobre una posible reforma, como la duración del mandato de los jueces, actualmente vitalicio, la cantidad de magistrados, la forma en la que la institución selecciona los temas sobre los que se pronuncia y sus reglas y prácticas.
Ante el caso de la presunta corrupción del ex monarca español Juan Carlos I, se da por sentado que, por muchos que sean los indicios de responsabilidad, el sospechoso es absolutamente inviolable. Y es que sólo se le podría investigar policial, judicial y políticamente por actuaciones de tiempos posteriores a su reinado, mientras que las certezas acerca del cobro de millones de euros en comisiones por negocios del estado ocurrieron en tiempos en que aún ceñía la corona de España. Así lo dispone la Constitución.
Tres temas que hoy en la Argentina, país empobrecido y marginal si los hay, generan un debate constante que alimenta la grieta y potencia el escándalo: la reforma de la justicia y los vacunatorios VIP y la impunidad de los gobernantes.
Indicios claros de que nada nuevo existe bajo el sol y que la corrupción es parte de la vida institucional de la humanidad y el deseo de manejar la justicia como complemento del poder no es privativo de las sociedades cuyos parámetros democráticos no se atienen a los estándares «aceptados».
Cuidado…esto no significa que haya que resignarse a esta escasez de valore morales. Solo que no debemos creer que somos los peores, ni mucho menos.
Más ansias de mejorar y menos sentimiento de culpa ante los falsos dedos acusadores. ¿No le parece?.