Para LIBRE EXPRESIÓN – Los nombres que acompañarán al presidente en la tarea de gobernar y construir un poder propio que lo blinde de los ataques de afuera y de adentro.
Alberto comienza el 10 de diciembre una carrera contra el tiempo que lo obliga a construir poder propio en forma acelerada. La crisis y las urgencias lo obligarán a no equivocarse en los nombres que elija para manejar cada área. Además sentirá de cerca la férrea marca del ultra kirchnerismo que estará esperando la primera encrucijada para iniciar su asalto al poder.
En un informe exclusivo LIBRE EXPRESIÓN le cuenta quienes son los que iniciarán junto al nuevo presidente un tiempo en el que muchas cosas se definirán para el país pero que también definirá el papel del peronismo en los próximos años.
Todos ellos asumirán el desafío de construir un espacio propio con la velocidad y la solidez suficiente para sostener nada menos que un gobierno. Casi como le ocurriera a Néstor Kirchner en 2003 están ahora en el mejor lugar pero seguramente en el peor momento. Su fallecido mentor logró hacerlo…¿podrán ellos?.
Los resortes institucionales y parlamentarios

Carlos Caserío
Como Presidente Provisional del Senado, y como parte de un acuerdo mayor entre Alberto Fernández y el gobernador cordobés Juan Schiaretti sería designado Carlos Caserio el hombre que suplantó a Miguel Angel Pichetto en la jefatura del bloque de senadores peronista y que en su momento había afirmado que la lejanía entre el candidato del Frente de Todos y el mandatario provincial «no me pone cómodo». Caserío piensa que actualmente «no hay una diferencia tan notoria entre el PJ cordobés y el kirchnerismo» y resaltó que «hay diálogo» entre ambos espacios políticos ya que los dos están «mirando el futuro juntos».

Anabel Fernández Sagasti
Como señal de equilibrio interno Alberto piensa ofrecer la presidencia del bloque partidario en la Cámara Alta a la mendocina Anabel Fernández Sagasti quien pese de venir de una derrota en su provincia cuenta con toda la confianza de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner con quien ha desarrollado una fuerte amistad durante el tiempo compartido en el cuerpo.
El mismo ejercicio de equilibrio se dará en Diputados, cuya presidencia será ejercida por Sergio Massa como parte del acuerdo de incorporación a FdT acordada en su momento entre ambos líderes. Pese a ello no son pocos los que auguran una relación difícil entre el tigrense y Cristina, por lo que la idea es ofrecer la jefatura de bloque a un hombre de la confianza de «la Jefa» como es el santafesino Agustín Rossi.

Solá.Massa y Rossi: tres espadas para la nueva etapa
Massa y Alberto coinciden en ver a Rossi como un dirigente capaz de conformar a la ex mandataria y con el que «se puede conversar y acordar» de forma tal de neutralizar a los sectores más duros de La Cámpora a los que ambos intentarán despojar de los resortes formales de poder. ¿Los dejará Cristina?, esta pregunta supone el primer gran desafío político del binomio que nada menos que encabezar la etapa post kirchnerista,
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Un gabinete «albertista»
La idea del presidente electo es conformar un gabinete de ministros que interprete la necesidad de aferrarse al pragmatismo para navegar la tormenta que se ciñe sobre la realidad argentina. Fernández sabe que la experiencia de gestión será fundamental en esta etapa y sabe también que posiblemente deberá asumir en un principio la dramática disyuntiva de «salvar los votos o salvar el país».

Santiago Cafiero: un Jefe de Gabinete con deberes por hacer
Y aunque no es esperable una actitud desentendida frente a la sociedad como la de su antecesor el ex Jefe de Gabinete aprendió de Néstor Kirchner que «para hacer política tiene que haber caja» y eso es justamente lo que hoy falta en la Argentina. Por algo el fallecido mandatario basaba toda la estructura de su gobierno en la consolidación de los superávit gemelos (fiscal y comercial) lo que le permitió controlar una situación que, al abandonar esta disciplina a la que despectivamente sus detractores llamaban «de almacenero», Cristina convirtió en un espiral imparable de problemas financieros que la obligó a la emisión descontrolada, la apropiación de reservas, fondos del ANSES y del Banco Nación con la consecuente secuela inflacionaria y la necesidad de imponer el cepo y acallar al INDEC.
Y aunque Fernández quisiese repetir ese camino…hoy no hay reservas ni fondos públicos que manotear. Ni siquiera respaldo mínimo para una corta aventura de emisión monetaria.
¿Quienes pueden ser los nombres en los que esté pensando para afrontar la doble tarea de adquirir poder propio y administrar la crisis?. ¿Quienes tienen experiencia, gestión y espalda para acompañarlo en la tarea?.

Alberto Iribarne: un viejo compañero cuidará las espaldas de Alberto
Tome nota; aún con algunas dudas este será el equipo que lo acompañe en esta etapa: para la Jefatura de Gabinete suena fuerte Santiago Cafiero, nieto del legendario dirigente peronista Antonio, ex Ministro de Hacienda de Perón y gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Más allá de la confianza que le dispensa el mandatario electo Cafiero cumple con un requisito importante para lo que viene y que es su militancia religiosa, lo convertiría en un interlocutor válido frente a dos elementos que preocupan a Alberto: la relación con Francisco -al que no conoció hasta no hace mucho tiempo y que ha recibido de Cristina la promesa de una rápida respuesta a las demandas sociales más urgentes, lo que es a todas luces imposible y la negociación con las organizaciones sociales más duras que poco y nada quieren saber con la política y a las que habrá de convencer de esperar y contener tantas urgencias y necesidades.
La primera militancia de Cafiero fue en los’ ’90 en La Cava, una villa de San Isidro, junto a Jorge García Cuerva, un cura villero que este año fue designado obispo de la diócesis de Río Gallegos y que lo introdujo en el trabajo social y en las artes de la contención social. Dos valores que en estas horas aparecen como fundamentales.

Cecilia Todesca será la dueña de los números
Otra versión hablaba por estas horas de la postulación de Florencio Randazzo para ese mismo puesto, pero no son pocos los que creen que semejante decisión podría abrir una brecha difícil de cerrar con Cristina y con La Cámpora. «Alberto no es tonto» dicen, «y no va a cantar truco hasta no tener los dos anchos en la mano; eso también lo aprendió de Néstor».
Pero, como en política todo es posible, si Randazzo volviese a la Casa Rosada como Jefe de Gabinete, el joven Cafiero sería designado Secretario General de la Presidencia para compartir la antesala directa del poder con otro viejo amigo del presidente ya que Alberto Iribarne será el nuevo Secretario Legal y Técnico de la administración. Un histórico del PJ porteño que supo trabajar muy cerca de Alberto Fernández en el tiempo en el que la capital argentina requería de mucho heroísmo para que u n peronista se abriese camino.

Marcel Losardo y la misión de meter mano en la justicia
Casi seguramente Cecilia Todesca se hará cargo de Economía, Jorge Argüello asumirá en Relaciones Exteriores con la misión de reorientar las relaciones con la administración norteamericana, no desde el perfil confrontativo sino desde una posición asociada pero no alineada y Felipe Solá sería el titular del Ministerio del Interior -pese a que se lo citaba para Cancillería- desde donde deberá utilizar toda la experiencia recogida en sus años al frente del territorio bonaerense y la muy buena relación conseguida con los gobernadores para convencerlos de no acelerar sus demandas ni generar cuestiones conflictivas que quiebren un frente que el nuevo presidente considera fundamental para contener al kirchnerismo.
Marcela Losardo, de la máxima confianza y relación personal con el jefe de estado, deberá manejar el complicado Ministerio de Justicia de la nación, un área que Fernández pretende utilizar como ariete en la reorganización del Poder Judicial y convertirse en interlocutora de una Corte Suprema cuya reorganización está en la agenda del nuevo gobierno. Dicen quienes conocen el pensamiento presidencial que Losardo tendrá un alto protagonismo en los años que vienen.

Ginés González García vuelve al área de salud
Ginés González García suena para el Ministerio de Salud y María Eugenia Bielsa ya ha sido designada al frente del Ministra de Infraestructura y Servicios Públicos, un nuevo organismo en el que el próximo mandatario tiene puestas fuertes expectativa y en el que, para no repetir la triste experiencia de Julio De Vido, quiere poner a la cabeza a una dirigente de cuya honestidad nadie duda .
Roberto Salvarezza es el elegido para Educación y su designación muestra el perfil que piensa darse al área en los próximos años ya que se trata de un científico, que actualmente ejerce como diputado nacional, y que es Investigador Superior del CONICET del que fue presidente entre 2012 y 2015. Su especialidad se encuentra en el área de nanociencia y nanotecnología que será prioridad en el armado educacional de la Argentina que viene.

Wado De Pedro: el difícil camino de la reforma laboral
Wado de Pedro, citado en varias ocasiones para Jefatura de Gabinete y para Interior desembarcaría sin embargo en el Ministerio de Trabajo, una de las carteras en las que se prevén más complicaciones. Alberto Fernández sabe que una reforma laboral es insoslayable, que deberá encontrarse un equilibrio que fomente la creación de empleo registrado y que por tratarse de un gobierno peronista el equilibrio con las organizaciones gremiales debe asegurar la inexistencia de conflictos.
La probada capacidad negociadora de De Pedro, que le permitirá buscar el apoyo de los gobernadores y de los sectores más duros del kirchnerismo para una reforma que todos aceptan necesaria pero de la que nadie quiere hacerse cargo, es la esperanza que tiene Alberto para que la sangre no llegue al río.

Daniel Arroyo irá a Desarrollo Social
El Ministro de Desarrollo Humano será Daniel Arroyo, un economista especialista en la cuestión social y que supo ser un alfil político importante del albertismo para obligar a Sergio Massa a negociar su arribo al Frente de Todos y Alberto Kornbliht un biólogo molecular, doctor en Ciencias Químicas y licenciado en Ciencias Biológicas que se desempeña como miembro del directorio e investigador superior del Conicet y docente en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires asumirá en el Ministro de Ciencia y Tecnología. Una designación que ha recibido el beneplácito de todo el mundo científico argentino.
El nuevo Ministro de Deportes será Matías Lammens. El saliente presidente de San Lorenzo de Almagro será premiado de esta forma por su digno desempeño en la CABA y, dicen en las cercanías del presidente electo, la idea de Fernández es prepararlo para ser el sucesor de Gerardo Werthein como presidente del Comité Olímpico Argentino. Es conocida la mala relación que existe entre el nuevo inquilino de Balcarce 50 y propietario de un importante holding de empresas en Argentina, al que se lo sindica como jugando muy fuertemente para Mauricio Macri y sobre todo para Horacio Rodríguez Larreta.

Leandro Santoro y el delicado equilibrio con los medios
En el sensible Ministerio de Cultura y Medios Públicos, que en gobiernos peronistas adquiere importancia fundamental por la dura relación que suelen tener con los hombres de prensa, será designado Leandro Santoro, amigo íntimo del mandatario, periodista, docente y politólogo de profesión, quien fue uno de los motores del acercamiento alfonsinista al proyecto del por entonces candidato. Mucho deberá esforzarse para encontrar una ubicación de equilibrio que en ocasiones le parece difícil de lograr por su carácter sanguíneo y por algún ideologismo que puede emparentarse con su juventud.
Ministra de Igualdad y Género será nombrada Dora Barrancos una investigadora, socióloga, historiadora y feminista argentina que formó parte del directorio de CONICET hasta mayo de 2019 cuando renunció en protesta por la reducción presupuestaria que afectó gravemente a la institución. Se convertirá así en el tercer ministro surgido del organismo que ocupará una cartera en el gabinete de Alberto Fernández. Toda una definición…
Estos serán seguramente muchos de los nombres que acompañarán al presidente desde el |9 de diciembre de 2019. Deberán ayudarlo a construir lo que hoy le falta: poder propio.
Y tendrán que hacerlo en un fino desfiladero en el que una de sus escarpadas paredes representan la crisis a punto de estallido que hoy atraviesa la Argentina y la otra la reticencia de los sectores ultra cristinistas a aceptar una nueva etapa en el peronismo. Con la ex presidente incluida..
Esta vez los tiempos son tan cortos que no pasará mucho hasta que sepamos si lograron cumplir sus objetivos.