Redacción – La muerte de un hombre en situación de calle dio lugar a un comunicado oficial en el que se jacta de todo lo que hace para evitar estos dramas. ¿Tenemos que felicitarlo?
El insólito comunicado, que se parece más a una coartada que a la asunción responsable del papel que le cabe al estado en evitar que personas de bajos recursos pernocten en la calle en toda circunstancia, aunque más con las condiciones climáticas reinantes, se extiende en consideraciones acerca de lo bien que hace las cosas el municipio.
Comienza diciendo: «La Municipalidad de General Pueyrredon informa que, con respecto a la persona que se encontró sin vida esta mañana en una vereda de una obra de construcción en las cercanías de avenida Luro y Funes, se trata de un masculino, de 54 años, persona que fue atendida en el parador El Campito por adicciones cruzadas (alcohol y cocaína) en los últimos 2 años.
El fallecido tenía atención médica en salud mental del HIGA derivado desde el propio parador y llevaba un tratamiento farmacológico. Además, concurría a las charlas de Alcohólicos Anónimos que se brindan en el propio parador y había comenzado un tratamiento en SEMDA, el Servicio Municipal de Atención a las Adicciones».
Hasta aquí todo parece indicar que el fallecido se encontraba cobijado, medicado y seguido minuciosamente en su problemática, lo que nos lleva a preguntarnos ¿qué hacía entonces durmiendo en la calle con una sensación térmica de -9°C ?.
Pero no contentas con el autobombo, las autoridades continúan enumerando sus éxitos y virtudes al decir que «El Campito es un hogar parador de puertas abiertas con atención las 24 horas. Atiende aproximadamente 75 personas diarias, que sumadas a las de tercera edad que concurren al hogar de Punta Mogotes (para personas mayores de 65 años) destacan un servicio de 100 personas en situación de calle».
Para culminar sosteniendo alegremente que «esto nos diferencia de las demás Instituciones intermedias», en una crítica velada a otras estructuras que trabajan la problemática, sin detenerse a pensar que es el estado el que está obligado a hacerlo y que es al estado al que reiteradamente se le mueren personas que están bajo su tutela.
Un comunicado deplorable, vergonzoso y que una vez más desnuda el alma insensible de quienes han llegado a convencerse que debemos aplaudirlos mientras se pavonean frente al cadáver de un desposeído.
A confesión de partes…
Foto: Gentileza Ahora en Mar del Plata