Por José Luis Ponsico (*) – Iniciado en Bánfield marcador por ambas bandas, llegó a Rosario Central en 1970. Se negó a jugar el Mundial 78 siendo capitán del Seleccionado.
La dictadura marcó una etapa trágica de la vida argentina. También dividió aguas en utilización del fútbol, «hijo de la pobreza», decía Dante Panzeri, a cargo de la Junta Militar por entonces
El gobierno del genocida Jorge Rafael Videla consideró «prioridad» la organización del Mundial´78, no obstante algunas opiniones disidentes en Economía, cerca del todopoderoso ministro José Alfredo Martínez de Hoz. Se oponía fuertemente el titular de Hacienda, Juan Alemán.
La selección nacional bajo la conducción de César Luis Menotti, desde 1976 intensificó su preparación. Hubo varias series de amistosos con otros seleccionados.
Asimismo, la gira por Europa del Este en plena semana de la caída del gobierno constitucional hace 40 años. Cuando Argentina venció a Unión Soviética en Kiev y a Polonia en Varsovia. En el medio cayó en Hungría
Jorge Carrascosa, iniciado en Bánfield, defensor «todoterreno», marcador férreo por ambas bandas, llegó a Rosario Central, 1970. Vivió campañas con Angel Tulio Zof, alcanzando subcampeonato en el Nacional´70.
Ganado por Boca en recordada jugada de Angel Clemente Rojas faltando poco. Apodado el «Lobo» Carrascosa, serio, inteligente dentro y fuera de la cancha, se lo llevó Huracán.
El equipo inolvidable del «globito» campeón del Metropolitano del´73 lo tuvo a Carrascosa como valor defensivo importante. Junto a Alfio Basile y el uruguayo Nelson Chabay
Sin embargo, el «Lobo» quedó en la historia por un gesto que resultó poco difundido en el tiempo: no quiso jugar el Mundial´78 siendo el capitán del seleccionado que formó Menotti y Carrascosa cubrió los dos laterales
Cruyff produjo la ausencia que virtualmente dejó sin chance a Holanda en la final. Tampoco vino el zurdo Wim Van Hanegem, estratega, la «Naranja Mecánica» ´74, maravillaron al mundo.
Carrascosa «tipo digno», dijo Menotti, como toda explicación. Nunca lo hizo público pero estaba en contra de la situación que vivía la Argentina bajo una «dictadura salvaje».
En el´78, informe reservado, se supo los asesinatos por parte del Ejército. Había trascendido que desde fines de marzo del´76 unos 5.000 activistas políticos ejecutados bajo eufemismo de «muertos en combate»
Ni Cruyff «izquierdista» ni Carrascosa quiso ser héroe. Van Hanegem acompañó en su decisión al notable delantero del Ajax que había pasado al Barcelona. Ninguno disputó el Mundial´78.
(*) Columnista de la Agencia Télam, AgePeba. La Señal Medios y Libre
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