José Luis «Tata» Brown: otro dolor para un pincha golpeado

Por José Luis Ponsico (*)Cada tanto el destino se ensaña con notables de otros tiempos y repentinamente en poco lapso dejan este mundo grandes en serie. A Malbernat le siguió el «Tata» Brown.

José Luis Ponsico

Ahora, ocurre a Estudiantes de La Plata, decesos en horas de dos glorias: primero Oscar Miguel «Cacho» Malbernat y a las 72 horas, José Luis «Tata» Brown. otra leyenda del fútbol «Pincharrata». Tenía 62 años.

Dos «incunables» años 60, 70 y 80. El popular «Tata» hacía rato que no estaba bien. Con 61 contrajo Mal de Alzheimer y bajo los cuidados de una de sus hijas, llevaba la enfermedad con dignidad. Como en sus tiempos de futbolista exitoso en Estudiantes de La Plata, donde con 20 años, 1976, llegó a Primera guiado por el DT. Carlos Bilardo. Una gran pena.

Asimismo, otro ganador, Miguel Angel Russo, vivió el mismo ciclo. El «5» de equilibrio en el gran equipo que ganó dos torneos de AFA 1982-84. Dirigidos por Carlos Bilardo y Eduardo Manera, «Tata» impasable, atrás. Brown al mejor estilo del tucumano Ramón Aguirre Suárez, imponía la ley del «último hombre»: si pasaba el hombre no pasaba la pelota. Y viceversa.

Los tiempos de ambos, Malbernat y Brown marcados por el sacrificio, pibes y gran constancia de grandes. Los dos de evoluciones parecidas en las inferiores del «pincha».Con temperamento y probada sencillez para acompañar los procesos de equipos que quedaron en la memoria a través del tiempo

Estudiantes y la selección fueron sus dos amores

Poletti, Aguirre Suárez, Malbernat, Manera, Pachame, Bedogni, Echecopar, Eduardo Flores y Juan Ramón Verón, el primero. Campeones Metropolitano´67. Sub campeones invictos, en el Nacional del mismo año. Subcampeones en dramática final Los Matadores, San Lorenzo, Metro 68. Definida por el misionero Rodolfo «Lobo» Fischer en el minuto 115. Inolvidable. En River.

Osvaldo Zubeldía, pidió refuerzos, bajo costo, Carlos Bilardo (Deportivo Español), Marcos  Conigliaro (Chacarita), Roberto Santiago (Independiente), Hugo Spadaro (Sarmiento de Junín) Felipe Ribaudo (Ferro) Néstor Togneri (Platense) alcanzó la epopeya de tres títulos de Copa Libertadores de América: 1968, 69 y 70. Sin antecedentes.

Cabezazo a la gloria: su gol contra Alemania en México 86

El «Tata» de Ranchos, cuerpo macizo, un roble. De la «madera» de Rubén Marino «Hacha Brava» Navarro, legendario capitán de Independiente, los 60, antes de Aguirre Suárez y mucho antes de Brown. Duros, rocosos. Impasables. Un metro 85 y gran juego aéreo. Para siempre su salto en la final contra Alemania, junio del 86. Mundial de México.

La «comba» ensayada 100 veces por Bilardo. Desde la derecha Jorge Burruchaga. pegada de 30 metros. La pelota se fue abriendo y el arquero alemán Harald Schumacher que salía casi siempre, de pronto quedó lejos. Por atrás, los ojos bien abiertos, el «quebracho» de Brown, se elevó sobre el resto. Cabezazo al arco vacío. Hasta pareció fácil

Una muchedumbre estuvo presente en el sepelio. El féretro llevado por queridos mundialistas, Oscar Ruggeri, Nery Pumpido, Oscar Garré, Jorge Burruchaga, Carlos Tapia, entro otros. Los rostros «enjutos» hubiera escrito el genial Osvaldo Ardizzone que los vió y ponderó a todos. Una enorme pena en el viaje final.

Nunca se alejó del seleccionado

Curiosamente, otros grandes equipos tuvieron rachas poco felices cuando sus campeones que ingresaron a la historia de los clubes, murieron antes de cumplir 60 años. De pronto, el recuerdo remite a Vélez Sarsfield, glorias del Nacional´68. Hubo siete u ocho bajas.

Temprano se fueron José Miguel Marín, Luis Gregorio Gallo, Luis María Atela, el «Colorado» ex Deportivo Morón, Antonio Moreyra, no hace mucho Omar Wehbe. Poco antes, el tucumano José «Pepe» Solórzano. Tampoco sobrevivió a la gloria del ciclo, el DT. don Manuel Giúdice. Popular «Colorado» multicampeón con Independiente.

De aquél gran equipo del «rojo» siendo aún jóvenes y por distintas causas, no todas causa de enfermedades, fallecieron Osvaldo Toriani, suicidio muy lamentado -51 años y había perdido un hijito en accidente doméstico- Rubén Navarro, Jorge Maldonado, Raúl Bernao, «Pipo» Ferreiro, Héctor Yazalde -apenas 50 años- en los 90.

Dejó todo con cualquier casaca que vistió

Antes, Luis Eduardo Suárez, Roberto Tarabini, el notable José Omar Pastoriza, el uruguayo Tomás Rolan, aquel que le quebró dos dedos al «Tano» Roma en la repetición de sendos penales que el arquero de Boca le había atajado adelantándose en un 3-2 del equipo de la ribera en la fulgurante aparición de Ángel Rojas  autor de  dos goles ese día,cerca de 75 años de edad y José Paflik, de apenas 49 años Algo más grande de edad, el goleador Mario Rodríguez y con apenas 57 años su inseparable zurdo de ala izquierda, Raúl Armando Savoy, después campeón con Independiente y con Boca Jrs.

Un destino extraño en un fútbol que apasiona: se vive y se muere en medio de inolvidables emociones. Nada es para siempre. Sólo la gloria inmortalizada de todos ellos. El último de todos, el querido José Luis Brown, siempre el «Tata».

El portal «En una baldosa» cerró el recuerdo con una expresión que lo pinta: «No se murió, apenas entregó la vida»

(*) Columnista de La Señal Medios, Libre Expresión y Mundo Amateur