Juan Grabois y una provocación absurda del Vaticano

RedacciónDesignado por el Papa en un dicasterio vaticano el provocador argentino, autor intelectual de varios delitos contra la propiedad, se convierte en protagonista de una provocación inentendible.

Las dos últimas apariciones del Papa Francisco que lo vinculan a la Argentina tienen que ver con su reciente afirmación de que espera que la muerte lo sorprenda en Roma ya que no piensa volver a su país y ahora con la designación de uno de los personajes más cuestionados por la sociedad en un cargo formal de la conducción vaticana. ¿Qué le ocurre al pontífice?, ¿qué tortuosa relación lo une con su patria de origen?.

El dirigente social Juan Grabois fue designado miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, considerado el «ministerio social y ambiental» de la Santa Sede bajo el que se nuclean los programas de aplicación de la encíclica Laudato si’ y la comisión para la pospandemia.

Grabois, de 37 años, fue propuesto como miembro consultor por el titular del Dicasterio, el cardenal ghanés Peter Turkson, informaron fuentes vaticanas a Télam. La designación del abogado y dirigente de los movimientos sociales fue luego respaldada, días atrás, por el papa Francisco.

Bajo la órbita del Dicasterio trabajan las fundaciones de orientación social del Vaticano, como la Popolorum Progressio, enfocado en América Latina; y la Juan Pablo II, en el Sahel.

El Papa consideró entonces que el Dicasterio «será competente en las cuestiones que se refieren a las migraciones, los necesitados, los enfermos y los excluidos, los marginados y las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los encarcelados, los desempleados y las víctimas de cualquier forma de esclavitud y de tortura».

No deja de sorprender esta designación ya que, sabiendo que el beneficiario es hoy una de las figuras con mayor imagen negativa de la Argentina y un impenitente cultor de la grieta y la violación de la normativa legal en todo lo que tenga que ver con el derecho a la propiedad -es conocida su militancia en las más ruidosas usurpaciones de tierras de los últimos tiempos- además de sus declaraciones agresivas y amenazantes contra la clase media nacional, no se entiende la inocultable voluntad de Francisco de dejar en claro que los métodos y propuestas de Grabois cuentan con el beneplácito y amparo de la Iglesia Católica desde el Vaticano.

La cara más discutible de un pontífice que periódicamente da muestras de una insólita falta de afecto por su tierra, por su gente y por las leyes que allí están vigentes.

¿Es que Bergoglio se lleva puesto a Francisco cuando de la Argentina se trata?.