Karina y Diego, una pareja que arriesgó todo para emprender una nueva vida en Brasil

Se trata de un matrimonio de marplatenses que hace 22 años se fueron a vivir a Arraial Da Ajuda para emprender una nueva vida, mucho más simple que la que tenían en Argentina.

Diego y Karina desde Arraial Da Ajuda hablaron en Radio Brisas sobre su experiencia de arriesgarse a irse a vivir a otro país. Ellos son marplatenses que se fueron hace 24 años de vacaciones a Arraial y como se encantaron con el lugar, dos años después se fueron a vivir. En 1998 se casaron y se fueron en colectivo desde Mar del Plata con todas sus cosas. Hoy tienen cuatro hijos y regentean una posada, donde felizmente reciben turistas de todo el mundo.

“Uno vino para vivir de esta manera, en ese momento esto era un pueblito muy chiquito, con unas playas paradisíacas, luego como nosotros teníamos una posada y el turismo empezó a aumentar, aprendimos toda la parte comercial y crecimos un montón. Nunca pensé en volverme, somos felices acá”, expresó Diego.

La gente del lugar nos acogió, nos ayudó, nos dio la oportunidad, es una vida de pueblo donde todo el mundo se conoce. Acá yo tenía un amigo mío que es socio de la posada, pero él se volvió hace unos años a Mar del Plata. Por él yo vine a vivir acá”, manifestó.

Karina, su pareja, comentó que si bien en Mar del Plata tenían trabajo, ambos hacían cosas que no les gustaban. Por otra parte, contó que la vida en Arraial es mucho más simple. “Tuvimos mucha suerte, llegamos y no sabíamos ni hablar portugués y teníamos que hablar por teléfono. La vida acá es simple. El hecho de que haga calor todo el año te simplifica todo, es menos consumista a pesar de ser una ciudad cosmopolita. Nuestros hijos se están criando en lugar abierto, que pueden ir a la escuela en bicicleta, con menos prejuicios y con compañeros de todo el mundo. Trabajar en una posada es el mejor trabajo en la vida, nos dio la posibilidad de hacer amigos de todas partes, siempre es gente nueva, es muy interesante”, aseguró.

Con respecto a la situación económica, Karina agregó que “formamos nuestra familia acá, son cosas que uno paga y después compensa, no es todo flores.  Ahora estamos en una crisis absoluta, volvió a cerrar todo, por suerte pudimos trabajar en enero y febrero, que es la temporada nuestra. Ahora está muy bravo económicamente. Ya están vacunado a mayores de 60 años y estamos esperando que el turismo vuelva”. En ese sentido, Diego afirmó que recibieron una gran ayuda económica por parte del gobierno.

“Diego fue por última vez en el 2019 a Mar del Plata, generalmente no vamos juntos, cada uno tiene a su gente allá, yo fui en marzo del año pasado, dos días antes de que comience la cuarentena. Ir a Mar del Plata es alucinante, es como ir a Disney, tenemos asados todos los días. Igualmente acá siempre somos muy visitados”, mencionó Karina.

La pareja contó que se fueron de Argentina el día después del casamiento, por lo cual la fiesta fue una despedida, y luego se fueron a Río de Janeiro de luna de miel. “Mis hijos tienen sangre de Argentina. Tienen 19, 17, 15 y 12. El segundo se enganchó con el mate y siempre se despierta y se va a dormir con el termo en la mano. Hablan español súper bien y uno de ellos quiere irse a estudiar psicología el año que viene a Mar del Plata. Yo le dije que estaba loco”, afirmó Karina entre risas recordando el momento en el que decidió dejar Argentina.

Por otro lado, contaron que cuando llegaron, antes del 2001, estaba de moda Arraial en Argentina, por lo que el 90% de huéspedes eran compatriotas. “Antes era un lugar de mucha fiesta, ahora es familiar, para descansar pero está crecido, hay restaurantes de todo tipo, con negocios. No hay una persona que no le guste, las playas son hermosas. Para venir hay que venir al aeropuerto de Porto Seguro y de ahí cruzás en balsa. Esa travesía es alucinante”, añadió.

En cuanto a las características del pueblo, Diego destacó que “es súper chiquito, nosotros estamos en la calle principal, la ubicación de la posada es la mejor con vista al mar desde el jardín y la pileta. Eso fue importantísimo. Vivimos 7 años en la posada hasta que tuvimos a los hijos y nos fuimos a una casa a 10 minutos de ahí”.

Por último, Karina concluyó que “hoy es difícil venir a invertir a Brasil, todo es carísimo para los argentinos, aunque acá nunca se desvaloriza. Para buscar trabajo es muy difícil, no es barato vivir. Si querés venirte, los peores meses son mayo y junio porque generalmente llueve, los turistas no vienen, el pueblo está en una tristeza que no es común. Los sueldos básicos son bajos, de 1.100 reales”.

Escuchá la nota completa con Karina y Diego desde Brasil en diálogo con Florencia Cordero en el programa «Un Lugar en el Mundo»: