Redacción – La fauna clásica de seudo empresarios y representantes de la nada no podían estar ausentes, una vez más, de la puesta en escena del poder de turno.
Estaban todos los que tenían que estar…y siempre están. Esos que dicen representar a Mar del Plata y solo lo hacen con ellos mismos y sus mediocres intereses personales.
El gobernador, sus funcionarios, el intendente Guillermo Montenegro cumpliendo con su obligación institucional, los referentes del Frente de Todos a los codazos por una foto con el mandatario provincial y la fauna estable de representantes del «sector empresario y las fuerzas vivas locales» que cada día que pasa se convierten en sellos de goma vacíos, acostumbrados a cambiar obligaciones por cócteles y más preocupados por figurar que por defender el interés de una ciudad por la que pasan con sonrisas de cotillón gobernantes de todos los colores políticos para utilizarla, con la anuencia de nuestros falsos representantes empresarios, políticos y sindicales, como telón de fondo de sus poderes prestados.
“Fue una excelente reunión, escuchamos los reportes de todos los sectores y fue muy positivo, se siente el clima de crecimiento y de reactivación”, describió el mandatario bonaerense a modo de balance tras la reunión que mantuvo con más de cien empresarios en un hotel de nuestra costa.
El gobernador adelantó que la licitación para la construcción del camino de Circunvalación “va a salir en los próximos días” para “los primeros 16 kilómetros del primer tramo, de los treinta y pico de kilómetros que son”.
Asimismo, también anunció la inversión de más de 290 millones de pesos para realizar obras de infraestructura en el Puerto, provenientes de un fondo nacional destinados a los puertos bonaerenses.
Al llegar a la ciudad fue recibido por el intendente municipal, Guillermo Montenegro, referentes locales del Frente de Todos -como el senador provincial Pablo Obeid y el titular del Consorcio Regional Portuario, Gabriel Felizia. Al evaluar lo ocurrido en la temporada el gobernador aseguró que fue un “verano fabuloso, no por obra del azar o la mano invisible del mercado, sino que se tomaron medidas como el Previaje; fondos de cultura y turismo como fue el Recreo. Nos preparamos, como fue el Operativo de Sol a Sol con 17 mil efectivos”.
“Hemos batido récords en turismo e inversión. La idea es que, como se dice, no decaiga. Tenemos que prepararnos para la temporada que viene, ésta fue muy particular, pero tenemos que prepararnos para que la otra sea tan buena como ésta” sostuvo.
Lo rodeaban los referentes del Frente de Todos en la ciudad y el elenco estable de empresarios aplaudidores que siempre se acercan a batir palmas por el gobierno de turno más allá de que nunca se cumplan los pronósticos optimistas de quienes gobiernan y las genuflexiones repetidas de quienes dicen, vaya a saber en base a que ensoñación, representar al capital y al trabajo marplatense.
Cámaras, asociaciones, nucleamientos empresariales, figurones de ocasión, representantes de los cada día más vacíos colegios empresariales, sindicalistas a los que sus afiliados se les escurren entre los dedos y todo el variopinto arco iris de quienes nada pudieron hacer por años para frenar la caída libre de Mar del Plata, su entorno urbano, comercial y social, su capacidad de captación de un turismo con un nivel de consumo acorde al tamaño de la oferta presentada y sobre todo incapaces de plantear un modelo de desarrollo que vaya más allá de la punta de sus diminutas narices, se agolpaban para escuchar el mandamás de turno y abalanzarse en loas ante un discurso que ya han escuchado -y por voluntad y vocación de angurria personal seguirán escuchando cuantas veces haga falta- que saben tan voluntarista como vacío de realidad.
Pero hace rato que la representatividad marplatense está en crisis y que es una deuda pendiente que deberá ser rápidamente resuelta si queremos contar con voces capaces de cuestionar, exigir y plantear prioridades y alternativas. Perdida la instancia política del Concejo Deliberante, demasiado enfrascado en peleas internas que nada tienen que ver con el desarrollo de la región, las organizaciones sociales y empresarias se convierten en el único camino de salida hacia el futuro, Pero no estas, mediocres y anquilosadas, que hacen de una foto y un canapé un triunfo y un objetivo.
Pero al fin, pasará otro gobernador, se acentuará la decadencia y las «instituciones representativas» de la ciudad seguirán aplaudiendo, derrochando optimismo...y haciendo pipí fuera del tarro.
Aunque en realidad ya no sean la voz de nadie…