Estamos viviendo una tensa y larga espera apuntado al 10 de diciembre de 2023 en donde habrá un cambio de presidentes. El país agoniza y tenemos un Presidente cada hora mas débil.
Por Dimas Pettineroli
Irresoluto. Extraño. Sin agenda. Sin propuesta. Sin diálogo con su entorno especialmente con su Jefa.
La pregunta que recibimos en todos lados es una sola:
“Dimas, aguanta esto?”
Respondo que hay condiciones técnicas para pensar en una dimisión y en un llamado a elecciones si la vice renuncia y no asume.
Las causas extremas son:
. Desastre económico. Con todas las variables desbocadas, especialmente dólar e inflación.
. Calles incontrolables con manifestaciones grandes todas las semanas. Algún día pueden descontrolarse y arrasar. Tipo Sri Lanka, o hace poco en Washington.
. Un Jefe de gobierno sin siquiera respaldo político de su alianza y fuerte repudios de sectores muy agresivos como La Campora y Grabois.
Todo eso, bien batido como ocurre todos los días, más la publicación de buena parte de los actos de corrupción y falta de seguridad, conforman un modelo de alto riesgo institucional.
Alberto Fernández, por su parte, permanentemente da síntomas de desgano, depresión y desinterés por gobernar. Su agenda no tiene nada que ver con la realidad y urgencias del país. Prefiere gastar horas en actos y visitas protocolares sin sustancia. Y en donde como en un cuento de Disney surge su fantasía de tener poder, porque allí es donde se siente más seguro y menos atacado.
Destruido por la foto que destapó el exceso de la fiestita de su concubina en Olivos, la condena, el tener que arreglar con plata una violación de su propio DNU mientras todos estábamos secuestrados en nuestras casas, le achicó todos los caminos y le marca un sendero con muy poco futuro.
Piensen en sus circunstancias:
¿Sirve un padre débil?
¿Es útil un jefe débil?
LA RESPUESTA EN UN 95 % SERA “NO”.
Esto también es válido para un Presidente.
Abrazo y buenas vacaciones.
dimaspettineroli@hotmail.com
