La pelota ya está rodando el Mundial. La tele nos devuelve miles de imágenes del fenómeno Doha, la ciudad capital del Emirato Qatar.
Geográficamente el Estado de Qatar es un Estado soberano árabe ubicado en el oeste de Asia y que ocupa la pequeña península de Catar en el este de la península arábiga.
Moneda: Riyal catarí
Capital: Doha
Superficie del país: 11.571 km², apenas 7 veces más grande que el tamaño del municipio General Pueyrredón.
Continente: Asia
Población: 2,931 millones (2021) Banco Mundial
Idioma oficial: Árabe
Las pantallas se han inundado de imágenes generadas por disimiles informadores, desde los no se prepararon para conducir el show, la rubia de TN a la que además le robaron la cartera (no era tan segura la seguridad) hasta Marley y su esoterismo informativo. Poco periodismo que sirva.
Lo que si vemos que la mayoría de los argentinos están deslumbrados, lógico, por la magnificencia de los Emires y como lograron crear semejante ciudad en tremendo médano.
Gas y petróleo es la primer respuesta. Pero ojo, los hombres de la túnica supieron invertir, prevenir y contratar asesores que los supieron insertar en el mapa del mundo, positivamente.
Pero las reformas gubernamentales tardan mucho. La población trabajadora migró de toda la región, pero continuó sufriendo abusos laborales y teniendo dificultades para cambiar de empleo libremente. Las restricciones a la libertad de expresión aumentaron en el periodo previo a la Copa Mundial. Y se agravan mas ahora.
Y además las mujeres y las personas LGBTI continuaron sufriendo discriminación en la ley. Esta situación deplorable, está muy tapada y pocos son los que se animan a denunciarla.
FIFA Y MESSI SALVADORES
En una jugada salvadora visualizaron al fútbol con el producto marketinero de máxima para lavarse la cara. Y en 20210 coronaron la maniobra “conquistando” los derechos del Mundial 2022, y todo lo que ello significa sobre para un país mínimo y que debía construir todo para alojar el máximo evento planetario.
Recuerden en Mar del Plata todo lo que hubo que hacer para una subsede. Imagínense eso a escala país y en niveles superlativos.
Johan Cruyff fue la espina más dura de tragar para Lacoste y compañía. El holandés quería encabezar un boicot contra la dictadura militar argentina que había tenido total injerencia en la organización de la Copa del Mundo.
Logro muy poco. Lo mismo pasara esta vez. Seguramente los ítem “Dictadura” y “Esclavitud” justifican el repudio. Pero hacerlo masivamente es imposible. Los que quieran deben aprovechar los resquicios que dejen las coberturas para colarse y meter su mensaje. Más que eso nada. Y como el mundial tiene su Rey, los emires se rinden a sus pies, y aprovechan la fama de Messi para desmanchar al Mundial Qatar.
¿Lo conseguirá?
Amanecerá y veremos.
Abrazo a todos.
DIMAS J PETTINEROLI
Dimaspettineroli@hotmail.com