La cuarentena, los testeos, la salud y la economía

Por Dr. César A LerenaHabría que buscar al que llamó al aislamiento voluntario cuarentena. Y ahora, nos encontramos con que, por razones económicas, se podría flexibilizar.

Dr. César A Lerena

Habría que buscar al que llamó al aislamiento voluntario u obligatorio: Cuarentena. Y ahora, nos encontramos con el problema, de que, por razones económicas, se podría flexibilizar la cuarentena.

Las cuarentenas no se usan para aislar personas ni animales sanos no sospechosos. Se instalan para mantener aislados a los seres vivos durante el tiempo de incubación habitual de una enfermedad. De forma tal que, concluido ese período, si no han presentado síntomas, se les permite tomar acceso con el resto de sus congéneres. Es un método habitual de los lazaretos veterinarios con los animales que ingresan al país. Ya había referencias de ello en la Biblia, en el caso de la lepra y en el siglo XIV se aplicó a las personas sospechosas de la peste bubónica. Con un objeto similar, hacia 1930 se instaló el leprosario en la Isla del Cerrito.

Ahora bien, nadie pone en cuarentena a los sanos sino a los potencialmente enfermos. Ya hace unos 3400 años atrás a nadie se le hubiera ocurrido encerrar a los sanos y dejar a los leprosos circulando por las calles. ¿En qué situación nos encontramos nosotros hoy? ¿Los potencialmente enfermos o los enfermos asintomáticos se encuentran aislados o circulando por la calle? No lo sabemos con precisión, porque no hemos hecho suficientes testeos.

Y el problema es que el virus mide 0,2 micras y que, no siempre la enfermedad produce síntomas y, cuando los produce, no son patognomónicos (los síntomas se encuentran también en otras enfermedades), aunque se han descripto como atípicos la falta de olfato y dolor ocular.

La salida de la cuarentena por razones económicas sería -sanitariamente- errónea y muy riesgosa. Si me guiase únicamente con un pronóstico infeccioso, diría grave. La salida sanitaria solo puede fundarse en una mejor salud no en una mejor economía, aunque sabemos que la Argentina, tendría serias dificultades económicas para soportar una cuarentena estricta, pero también, que el sistema hospitalario no podría soportar un alto número de enfermos graves.

A mi juicio, las personas habilitadas a circular y trabajar deberían ser testeadas (a cargo del empleador) y resultar negativas y, si resultaran positivas, inmediatamente dispuesta su aislación domiciliaria, salvo, si por su compromiso sanitario, debieran derivarse a un establecimiento hospitalario.

La naturaleza del virus no entiende de economía, sino del ciclo biológico. De las cuarentenas, se sale únicamente cuando hay certeza que el virus ya no es infectante y, el aislado, puede salir sin riesgo con el resto de la sociedad que se encuentra fuera de la cuarentena.

La cuarentena en la Argentina pareciera que está en la calle y no en los domicilios donde la mayoría nos encontramos los sanos. Si nos van a liberasen de a poco a la calle para resolver el problema económico, entiendo que el problema sanitario se va a agravar. Y ¿a quién deberíamos tenerle más temor? ¿A perder la salud o a tener problemas económicos, más o menos graves?

Mejor si se queda en su casa y mantiene ésta libre de virus. Y, si sale, mantenga distancia y use barbijo. Lávese las manos con frecuencia y cada vez que toque algo en la calle.