La embestida contra Mar del Plata ya no conoce límites

Por Adrián FreijoDesaparecen camas de la estadística, no coinciden los porcentajes de ocupación, los funcionarios provinciales lanzan pronósticos escatológicos. ¿Suma de errores o mala intención?.

Las últimas horas han sido pletóricas de señales pesimistas en contra de Mar del Plata y, por supuesto, su gobierno. Desde el presidente Alberto Fernández, deteniéndose personalmente en la figura de Guillermo Montenegro para pretender que el jefe comunal «no lo quiere escuchar», hasta el ministro de Salud de la provincia Daniel Gollán que no pierde oportunidad para señalar lo complicado que está todo en nuestra ciudad y, por supuesto, los alfiles del verdadero poder que, en forma de funcionarios de segundo orden, salen a lanzar pronósticos escatológicos que una y otra vez no llegan a cumplirse.

Así por ejemplo Gastón Vargas, titular de la Zona Sanitaria VIII, sale a disparar números en base a datos que han sido tergiversados de manera escandalosa -de repente desaparecieron del total de las camas UTI disponibles en la ciudad nada menos que 21 sin que nadie explique aún que fue lo que pasó- hablando de un «colapso del sistema» por enésima vez.

O Adrián Alasino, director de la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional de Mar de Plata, que tras sismar por semanas para que la ciudad volviese a Fase 2 alarma ahora desde sus redes sociales anunciando que «las defunciones van a crecer aún».

“Estos números son solo una parte de una situación que en lo cotidiano se expresa en establecimientos colapsados y serias dificultades para la internación y las derivaciones” dijeron desde el Comité Operativo de Emergencias en el que por simple mayoría los representantes de nación y provincia llevan la voz cantante.

Todos a una van por una idea fuerza que quieren imponer a como fuese: Mar del Plata está mal gestionada sanitariamente por culpa del intendente Montenegro.

Y aunque hasta ahora, varios meses después de iniciada esta brutal campaña que ellos creen contra un jefe comunal de otro color político, pero que en realidad termina afectando a toda una comunidad a la que pretenden convertir en un ghetto en el que vivan personas encerradas, sin actividad lícita permitida y con reglas impuestas que sean creadas exclusivamente para ellas, ninguna de sus trágicas predicciones se haya cumplido, ellos siguen adelante con una campaña que parece no encontrar límites y que por su sinrazón y brutalidad tiene a la ciudadanía en un estado virtual de desobediencia civil.

Cuando se escriba la historia de este tiempo doloroso y tal vez irrepetible, aparecerán con más claridad las responsabilidades de quienes eligieron el juego menor de la política partidaria y la especulación electoral y seguramente entonces todos comprenderemos la gravedad de las maniobras pergeñadas por estas horas.

Camas que desaparecen, números que se inflan, decretos a los que se le cambia una palabra para reformar sus alcances en beneficio de las más miserables especulaciones, declaraciones engañosas e irresponsables, manipulación de la asignación de vacunas… ¿algo más?.

Siempre puede haber algo más… ¿le cabe duda?.