Por: José Luis Ponsico (*)–La primera sensación que deja la selección en dos partidos disputados es que Martino no «encuentra llave» de funcionamiento como equipo. Déficit en juego asociado.
La primera sensación que deja la selección en dos partidos disputados por eliminatorias para el Mundial, Rusia 2018, es que el DT. Gerardo Martino no «encuentra llave» de funcionamiento como equipo. Déficit en juego asociado y cúmulo de «solistas».
Tener mayoría de futbolistas <de elite< en el exterior es un problema que han padecido todos los técnicos de la selección nacional de Carlos Bilardo y primer ciclo de Alfio Basile, en adelante. Un cuarto de siglo.
El técnico «acá» y los mejores futbolistas «allá» (Europa) no resuelve «el trabajo táctico», diría un teórico.
Gerardo Martino lo vive con el agravante de tener lesionados a Lionel Messi y Sergio Aguero, es decir «as de espadas» y «de basto» del medio para adelante.
Sin Gonzalo Higuaín, al que se lo extraña, ni el goleador del «calcio» Mauro Icardi, por sus actitudes mediáticas fuera de la cancha. Dos «puntas» naturales.
Argentina no hace goles. Los hizo contra México en los últimos cinco minutos cuando el 0-2 parecía casi inamovible. Un llamado de atención para Martino hace algo más de un mes. En la final contra Chile en la Copa América, hace casi cien días, la selección no llegó al gol. Apenas dos o tres jugadas bien coordinadas
El déficit de juego asociado y falta de eficacia ofensiva es reiterado. Como el traslado a domicilio del zurdo Angel Di María y la pasividad de Javier Pastore cuando el seleccionado rival elaborada una «telaraña» sobre el presunto armador cordobés que se destaca en París Saint Germaín de Francia.
Martino quedó «preso» de su anticipo: «Carlos Tévez es 9», dijo hace seis meses. Ahora, el «Apache» lo contradijo: «Me siento más cómodo de media punta», comentó. Ambos hicieron un tema público sobre cosas que podían haber intercambiado en la intimidad del predio de Ezeiza.
La Argentina estará en Rusia 2018, pero la mayoría quiere que sea como el ciclo de Alejandro Sabella en Brasil 2014 y no con la dupla Diego Maradona-Carlos Bilardo que llegaron a Sudáfrica 2010 «divorciados» por Alejandro Mancusso,el ayudante de Diego que más tarde quedó en el camino, también. Nada es una línea recta
(*) Columnista de la Agencia Télam