Sorpresa, indignación, decepción y hasta una sonrisa irónica son algunos de los efectos que cada aparición de Fein despierta en quienes la observan hablar y actuar.
Esos sentimientos son los que despierta a los argentinos la presencia de esta mujer de la que nadie puede creer tenga en sus manos la causa más importante que el país ha afrontado en los últimos tiempos.
Tal vez honesta y seguramente esforzada, Viviana Fein es portadora de todos los defectos y todas las carencias posibles para asegurar que de su mano nunca surgirá la verdad y, lo que tal vez sea peor, si se topara con ella lo haría con tanta torpeza que la sociedad no podría jamás llegar a creer que la ha encontrado.
¿Pero es esta fiscal un «rara avis» en la justicia argentina?, ¿hemos tenido la mala suerte de que en sus manos cayera esta causa trascendental para el futuro del país?.
Por cierto que no….
El nivel de Fein es el prototipo del que encontramos en la mayoría de los funcionarios judiciales, incluidos los jueces, en todos los niveles y jurisdicciones del país. Esa falta de inteligencia y de solidez operativa que muestra la fiscal del Caso Nisman es la que día a día convierte en un verdadero martirio la relación de cualquier ciudadano con los actores del Poder Judicial a los que deba recurrir por cuestiones civiles, penales, laborales o administrativas.
No basta entonces con reclamar la independencia de los poderes, que por otra parte esta consagrada en la propia Constitución, sino que algo deberemos hacer los argentinos si queremos que esa independencia no se convierta en el reino de los mediocres, los corruptos y los incapaces.
Sería bueno que vayamos pensando como hacer para examinar la capacidad real de todos los integrantes del poder judicial sin por ello someterlos a controles reñidos con la calidad democrática. Porque si nos detenemos tan sólo en esto último tendremos que arrastrar por décadas un servicio de justicia en el que los Fein son mayoría y que en su propia mediocridad sólo van a asegurarnos que la ley siga estando ausente de la vida de cada uno de nosotros.
Ojalá la triste imagen que nos devuelve el Caso Nisman sirva para que entendamos la importancia de lo aquí expuesto.
Si ello no ocurre….estamos en graves problemas.